SINOPSIS
Madrid. Un brutal atentado terrorista. Un futuro desolador.
El Espectador, el mayor y más salvaje homicida de todos los tiempos, anda suelto. La policía va en su búsqueda. Los métodos policiales han cambiado. La tecnología no funciona. Tiene que buscar dentro, en la mente, en los deseos del asesino. Para ello utilizan cebos, expertos en conductas humanas, entrenados para conocer las filias de los delincuentes y manipularlas a través de máscaras. Diana Blanco es la mejor, la más prepaparada, la única que puede atrapar al Espectador.
Cuando la protagonista descubra que su hermana ha sido secuestrada por el asesino, iniciará una carrera contrarreloj para salvarla que la conducirá a la guarida del monstruo.
A partir de este momento se desencadena un trepidante juego de sospechas que llevará a la protagonista a un sorprendente final lleno de acción y erotismo.
CRÍTICA
¿Qué pasaría si en un futuro cercano para atrapar a un asesino hubiera que utilizar a actores? ¿Aceptaríamos sacrificar una vida para salvar otra?. Esta es la pregunta con que Somoza nos lleva a esta magnífica historia de suspense, donde nada es lo que parece y todo puede ser...
Me parece muy original la presencia de Shakespeare y su obra en la trama. Los cebos (las personas utilizadas para cazar asesinos) son entrenados con todas las obras de Shakespeare, suponiéndose que cada una de ellas representa una filia (una aficción a algo) que cada uno de nosotros esconde en su subconsciente y que no podemos controlar. Así que los cebos son en realidad actores especializados en despertar nuestros instintos más básicos con un simple gesto y sin que nosotros nos demos cuenta, así nos enganchan y pueden detenernos... me gusta la idea.
La trama está muy bien llevada, salpicada con algún toque a qué futuro cercano nos espera con los gobiernos y los servicios de seguridad tras ocurrir otro atentado. Cada vez estoy más convencida en este aspecto de que acabaremos como en la película "Minority Report".
Volviendo al libro, hay que dejarse llevar por el escritor, que alterna la primera y tercera persona en función de lo que nos quiera recalcar. Sólido personaje protagonista, muy bien trabajado y con el que enganchamos desde el principio. Mucha dosis de acción, suspense, y juego de personajes que nos llevan a un final que no nos podíamos ni imaginar...
PUNTUACIÓN: 8.
Vuelve Somoza, y con él, una gran novela de suspense que engancha desde la primera página y nos tiene en vilo hasta el final...
Madrid. Un brutal atentado terrorista. Un futuro desolador.
El Espectador, el mayor y más salvaje homicida de todos los tiempos, anda suelto. La policía va en su búsqueda. Los métodos policiales han cambiado. La tecnología no funciona. Tiene que buscar dentro, en la mente, en los deseos del asesino. Para ello utilizan cebos, expertos en conductas humanas, entrenados para conocer las filias de los delincuentes y manipularlas a través de máscaras. Diana Blanco es la mejor, la más prepaparada, la única que puede atrapar al Espectador.
Cuando la protagonista descubra que su hermana ha sido secuestrada por el asesino, iniciará una carrera contrarreloj para salvarla que la conducirá a la guarida del monstruo.
A partir de este momento se desencadena un trepidante juego de sospechas que llevará a la protagonista a un sorprendente final lleno de acción y erotismo.
CRÍTICA
¿Qué pasaría si en un futuro cercano para atrapar a un asesino hubiera que utilizar a actores? ¿Aceptaríamos sacrificar una vida para salvar otra?. Esta es la pregunta con que Somoza nos lleva a esta magnífica historia de suspense, donde nada es lo que parece y todo puede ser...
Me parece muy original la presencia de Shakespeare y su obra en la trama. Los cebos (las personas utilizadas para cazar asesinos) son entrenados con todas las obras de Shakespeare, suponiéndose que cada una de ellas representa una filia (una aficción a algo) que cada uno de nosotros esconde en su subconsciente y que no podemos controlar. Así que los cebos son en realidad actores especializados en despertar nuestros instintos más básicos con un simple gesto y sin que nosotros nos demos cuenta, así nos enganchan y pueden detenernos... me gusta la idea.
La trama está muy bien llevada, salpicada con algún toque a qué futuro cercano nos espera con los gobiernos y los servicios de seguridad tras ocurrir otro atentado. Cada vez estoy más convencida en este aspecto de que acabaremos como en la película "Minority Report".
Volviendo al libro, hay que dejarse llevar por el escritor, que alterna la primera y tercera persona en función de lo que nos quiera recalcar. Sólido personaje protagonista, muy bien trabajado y con el que enganchamos desde el principio. Mucha dosis de acción, suspense, y juego de personajes que nos llevan a un final que no nos podíamos ni imaginar...
PUNTUACIÓN: 8.
Vuelve Somoza, y con él, una gran novela de suspense que engancha desde la primera página y nos tiene en vilo hasta el final...
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