viernes, 28 de mayo de 2010 | By: Skadhi

Las siete pruebas - Stel Pavlou



SINOPSIS

Cuando el detective James North es requerido con urgencia en una situación con rehenes en el museo de Arte Metropolitano de Nueva York, se ve sorprendido por dos hechos inusuales. En primer lugar, el secuestrador —un hombre joven llamado Gene— esgrime una espada de la edad de bronce como un experto guerrero, manteniendo en jaque a la policía. En segundo lugar, aunque nunca se han visto, Gene pregunta por él. Lo único que saben ambos hombres es que cada uno siente una necesidad instintiva de matar al otro. Así empieza la búsqueda de North, desde la Nueva York del siglo XX a la guerra de Troya, para descubrir un secreto que puede destruir a ambos hombres.

CRÍTICA

El libro empieza muy bien, la trama resulta interesante, ya que intenta dar a entender que la reencarnación existe, que hay gente que consigue recordar aspectos de su vida anterior, incluso algunos tienen la facultad de recordar a quienes han sido sus enemigos.

Partiendo de esta idea, se desarrolla una trama de dos personajes que llevan siglos enfrentándose en cada una de sus reencarnaciones hasta que llegan a nuestra época... todo bien, idea original, thriller asegurado... pero no sé cómo, a mitad del libro la trama se complica demasiado, se incluyen aspectos ciéntificos difíciles de entender, se le da muchas vueltas de tuerca a lo mismo una y otra vez y con ello termina aburriendo. Destaco que realmente termina aburriendo por repetir siempre lo mismo, por liar mucho la historia de una manera que ya no sabes quién es la reencarnación de quién, hay páginas enteras que parecen un estudio sobre el ADN, y el final es demasiado rápido.... creo que la historia se le escapó de las manos al autor y finalizó el libro como pudo.


PUNTUACIÓN
: 4.


No puedo aprobar a un libro cuya trama no queda clara por estar demasiado liada y enmarañada con aspectos que no sirven para nada.

1 comentarios:

Barbii dijo...

Recién terminé de leerlo y concuerdo contigo ... de hecho creo que ni siquiera lo entendí.

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