martes, 26 de octubre de 2010 | By: Skadhi

Sólo guerras perdidas - Pascual García

 Buenos días!!!

Os informamos de la novedad que la editorial ALFAQUEQUE EDICIONES nos ha hecho llegar. "Sólo guerras perdidas" nos adentra en la época de la guerra civil a través de un personaje un tanto original y brillante... recomendamos leer la sinopsis, no tiene desperdicio!!!



SÓLO GUERRAS PERDIDAS
Autor: Pascual García
ISBN: 978 8493740 65
256 págs.
24 x 15 cm
Rústica con solapas
PVP: 19,95 €

Solo guerras perdidas no es una novela histórica en puridad, pero su argumento está anclado en ciertos sucesos acaecidos durante nuestra guerra civil y al final de la misma, de los que todos hemos oído hablar o de los que hemos leído en diversas publicaciones: la huida de soldados republicanos a territorios de montaña para escapar de las represalias del ejército vencedor.

La novela supone una cierta vuelta de tuerca al relato de la guerra civil, porque en este caso se eluden las fidelidades ideológicas, las consignas políticas, un tanto simplistas y esquemáticas y se plantea la contradicción de una contienda, a la que no se sitúa casi en un tiempo preciso, porque todas las guerras son parecidas, en la que ambos bandos terminan perdiendo en alguna medida, no por meras cuestiones morales, sino porque la historia general se relata en una peripecia particular, en la que un antihéroe, Aníbal Salinas, de origen republicano, pero combatiente en las filas nacionales, es enviado, tras un duro entrenamiento, a la sierra de Los Olmos para acabar con los últimos combatientes republicanos.

Aníbal Salinas va reconociendo el terreno, los cortijos y las aldeas que anduvo de joven con su padre, al que, tal vez, por sus ideas republicanas piensa que habrán matado ya en Los Olmos, mientras va entrando progresivamente en contacto con algunos miembros de lo que podría denominarse la resistencia al ejército que está ganando la guerra. Se reencuentra con viejos amigos y con algunas mujeres con las que mantuvo alguna relación sentimental en el pasado. No le preocupa valerse de todas las artimañas para llevar a cabo su misión, entre ellas el asesinato, la traición y el engaño deliberado, incluso haciéndose pasar por uno de los emboscados y planteándoles un plan para hacerse con un convoy de armas del enemigo.

En ese proceso de seducción y convencimiento, se vale de alguna de las mujeres con las que sigue manteniendo relaciones íntimas, de sus familiares que andan escondidos en el monte, para obtener información, llegar hasta los cabecillas y planear un asalto al tren de las armas, tras lo que se esconde una emboscada en toda regla.

La novela pone de manifiesto la ausencia de prejuicios morales en el ámbito de la guerra, la ruptura de las conveniencias sociales, sentimentales y humanas para lograr una finalidad tan espuria como la destrucción del ser humano, no sólo de los soldados que apenas sobreviven en lo más profundo del monte sin esperanzas casi y en una situación lamentable, sino también de la degradación del ser humano, de su condición más profunda, expresada en el amor, la crueldad, la traición y la desesperanza.

Solo guerras perdidas no es, en absoluto, un relato partidista, sino más bien todo lo contrario, es un riguroso alegato contra la barbarie humana, un viaje al corazón del espíritu de los hombres y de las mujeres que se ven envueltos en una revuelta trágica y no tienen más remedio que seguir adelante y pelear, aunque su convicción última es la certidumbre agridulce de que han sido traicionados en lo más doloroso de su conciencia, de que ya no luchan por nada puro ni importante, sino que su única misión es destruir al otro y terminar lo antes posible para regresar a casa.

La novela está estructurada en la forma clásica de un viaje por un espacio agreste, casi legendario, cuyo paisaje y cuyo clima se corresponden con un territorio concreto, aunque el autor pretende universalizar estas coordenadas y, aunque utiliza nombres de lugares reales, sumergir los detalles identificables bajo una capa narrativa y verosímil, y del mismo modo lo hace con el suceso de la guerra, al que se refiere de una manera indirecta. Así el lugar empleado se convierte en todos los lugares y el tiempo en todos los tiempos, porque no es una crónica periodística ni un relato de entretenimiento, sino una reflexión acerca del ser humano y de sus circunstancias más extremas, la supervivencia, el amor y la muerte.

Cobra, de esta forma, una dimensión trascendente e implica a la conciencia de todos los lectores, estén o no relacionados con los hechos y con el tiempo en el que narra la novela.
Solo guerras perdidas ha sido escrita con un lenguaje de resonancias poéticas, ágil en determinados episodios, denso en los momentos más intensos y, al cabo, con la voluntad literaria de que el lector no sólo quede prendido en la trama, sino que además quede prendado de la forma y se deleite con la lectura.

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