EL SABOR DE LAS PEPITAS DE MANZANA, de KATHARINA HAGENA
MAEVA
Nº de páginas: 224
EAN: 9788415120247
ISBN: 978-84-15120-24-7
Año: 2011
Formato: 15 x 23
Encuadernación: cartoné
Precio: 19,90 €
Traducción: Ana Deluca
SINOPSIS
Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.
A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de mujeres: su abuela Bertha, que perdió la memoria tras caerse del manzano del jardín; su madre Christa, quien se trasladó al sur del país cuando se casó, manteniéndose alejada de su familia; su tía Inga, la más bella de las tres hermanas, fotógrafa de profesión, que se ha recorrido el mundo, y Harriet, la menor, a quien la muerte de una hija cambió para siempre. Iris descubre secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima?
CRÍTICA
La editorial MAEVA siempre nos tiene preparada una sorpresa con los libros que ellos definen como "libro del año". Cada año, un libro denominado así llega por estas fechas a las librerías, cargado con una historia de las que calan. Hace tres años fue "El club de los viernes", que se convirtió en un bombazo en ventas por la historia de amistad de varias mujeres que fluía por sus páginas y que hacían al lector, especialmente femenino, sentirse identificado. Hace dos años, le tocó el turno a "Criadas y señoras", cuya película se ha estrenado este año y que nos volvía a meter de nuevo en una historia de calado social con las mujeres como protagonistas, en esta ocasión, mujeres de clase social diferente en una época donde el color de la piel dictaba nuestro destino. El año pasado, "Con el corazón en la mano" daba una vuelta de giro y nos mostraba una historia más dura, presentándonos la dureza de ser mujer en un país africano, y el sabor agridulce de llegar a Europa y no encontrarse el paraíso... Este año, MAEVA ha vuelto por sus fueros y nos trae "El sabor de las pepitas de manzana", novela de toque intimista, femenino, con un trasfondo social que, sinceramente, nos ha parecido muy tierna y entretenida.
En este libro, su autora, Katharina Hagena, nos cuenta una historia familiar, una historia cargada de secretos y recuerdos que pasan de una generación a otra, que dirigen los actos de una generación, y cuya generación siguiente no termina de comprender y que termina revolviéndose en contra. Aquí, en este libro, Hagena nos muestra lo que es una familia cuyos miembros han tenido que sufrir, de manera individual, y luego colectiva, algún hecho que les ha marcado para el resto. Y también nos muestra de una manera clara y sencilla, cómo un hecho fortuito, anodino, casi superficial, puede, en el momento más inoportuno, cambiar la vida de una persona para siempre.
Con una prosa cuidada, elaborada en determinados momentos, y con un estilo fresco que se inclina a conceder protagonismo a los objetos, la escritora nos lleva de su mano a un drama que no se presenta como tal, que incluye momentos de ironía, de amargura, de soledad, y de calidez familiar, teniendo siempre, como telón de fondo, a la casa, a quien le otorga un protagonismo muy interesante que mueve al lector a querer saber qué se esconde en ella.
En "El sabor de las pepitas de manzana", conoceremos a Iris y su familia: su abuela Bertha, su madre Christa, sus tías Inga y Harriet, y a Anna, Rosmarie y Mira. Tres generaciones de mujeres cuya juventud estuvo marcada por un suceso que arrastran en su vida. La autora nos cuenta la historia de cada una de ellas mezclando pasado y presente, usando como hilo conductor a Iris, quien nos mostrará el pasado de sus familiares, y a la vez viviremos con ella sus miedos e incertidumbres en su presente.
A través de Iris, conoceremos a Bertha, abuela de la protagonista, y origen de la historia, una mujer fuerte, honesta, recta, marcada por la trágica desaparición de su hermana, y cuya vida parecía llevar un rol definido hasta que Iris descubre algo que moverá los pilares de toda la familia...
Iris nos presentará también a su madre, Christa, mujer alejada de la familia, que parece no ser feliz teniendo una vida cotidiana, bien encauzada, con un marido que la adora, y una hija independiente que ha sabido organizar su vida. Pero Christa está lejos de la casa familiar, y esta casa, que parece tener vida propia, insufla a sus moradores una energía especial cuando están en ella, que se disipa en la lejanía y los llena de nostalgia por volver. Christa necesita estar cerca de la casa para poder ser ella de nuevo...
También conoceremos a Inga, tía de Iris, mujer de extraordinaria belleza, que arrastra a los hombres a su paso pero que se mantiene siempre en soledad con sus fotografías... ¿qué es lo que le pasó en su juventud para preferir la soledad? Iris nos presentará una serie de acontecimientos y pistas que nos darán la clave para conocerlo...
Y conoceremos también a la otra tía de Iris, Harriet, una mujer muy unida al budismo y religiones orientales, pero que en su juventud destacaba por todo lo contrario. Harriet, mujer liberal cuya pérdida de su hija Rosmarie la marcó para siempre. ¿Qué es lo que le pasó a Rosmarie?
El personaje de Rosmarie, junto con su amistad con Mira, nos marcará el rumbo de la historia durante buena parte del libro para mostrarnos uno a uno, los pequeños secretos que esconde una familia que necesita, a toda costa, superar el pasado para vivir el presente... Sin duda alguna, es el personaje de Rosmarie la pieza fundamental del libro junto con la propia casa, dos elementos con los que la escritora mueve la historia a su antojo llevándonos de una historia personal a otra y haciendo que el lector descubra, poco a poco, las piezas fundamentales de este rompecabezas familiar donde cada uno de los personajes esconde una vida pasada muy diferente a la actual. Hay que reconocer el mérito de la escritora en el desarrollo de la historia, ya que ha sabido perfectamente cómo hilar de una manera selectiva y precisa el momento en que mostrarnos a nosotros, los lectores, cada una de las piezas que nos permitirán conocer la vida de cada uno de los personajes, y asombrarnos con determinados momentos que no esperábamos y que giran la historia hacia un final clásico, pero no por ello, menos interesante.
En definitiva, libro muy entretenido, bien escrito, fácil de llevar, que engancha poco a poco durante su lectura y que muestra un abanico de sentimientos que nos tendrán en vilo hasta saber por qué Iris fue la escogida por su abuela para heredar la casa...
PUNTUACIÓN: 7,5. A veces, el pasado se convierte en una maleta muy pesada de llevar...
RESEÑA REALIZADA POR SKADI
MAEVA
Nº de páginas: 224
EAN: 9788415120247
ISBN: 978-84-15120-24-7
Año: 2011
Formato: 15 x 23
Encuadernación: cartoné
Precio: 19,90 €
Traducción: Ana Deluca
SINOPSIS
Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.
A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de mujeres: su abuela Bertha, que perdió la memoria tras caerse del manzano del jardín; su madre Christa, quien se trasladó al sur del país cuando se casó, manteniéndose alejada de su familia; su tía Inga, la más bella de las tres hermanas, fotógrafa de profesión, que se ha recorrido el mundo, y Harriet, la menor, a quien la muerte de una hija cambió para siempre. Iris descubre secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima?
CRÍTICA
La editorial MAEVA siempre nos tiene preparada una sorpresa con los libros que ellos definen como "libro del año". Cada año, un libro denominado así llega por estas fechas a las librerías, cargado con una historia de las que calan. Hace tres años fue "El club de los viernes", que se convirtió en un bombazo en ventas por la historia de amistad de varias mujeres que fluía por sus páginas y que hacían al lector, especialmente femenino, sentirse identificado. Hace dos años, le tocó el turno a "Criadas y señoras", cuya película se ha estrenado este año y que nos volvía a meter de nuevo en una historia de calado social con las mujeres como protagonistas, en esta ocasión, mujeres de clase social diferente en una época donde el color de la piel dictaba nuestro destino. El año pasado, "Con el corazón en la mano" daba una vuelta de giro y nos mostraba una historia más dura, presentándonos la dureza de ser mujer en un país africano, y el sabor agridulce de llegar a Europa y no encontrarse el paraíso... Este año, MAEVA ha vuelto por sus fueros y nos trae "El sabor de las pepitas de manzana", novela de toque intimista, femenino, con un trasfondo social que, sinceramente, nos ha parecido muy tierna y entretenida.
En este libro, su autora, Katharina Hagena, nos cuenta una historia familiar, una historia cargada de secretos y recuerdos que pasan de una generación a otra, que dirigen los actos de una generación, y cuya generación siguiente no termina de comprender y que termina revolviéndose en contra. Aquí, en este libro, Hagena nos muestra lo que es una familia cuyos miembros han tenido que sufrir, de manera individual, y luego colectiva, algún hecho que les ha marcado para el resto. Y también nos muestra de una manera clara y sencilla, cómo un hecho fortuito, anodino, casi superficial, puede, en el momento más inoportuno, cambiar la vida de una persona para siempre.
Con una prosa cuidada, elaborada en determinados momentos, y con un estilo fresco que se inclina a conceder protagonismo a los objetos, la escritora nos lleva de su mano a un drama que no se presenta como tal, que incluye momentos de ironía, de amargura, de soledad, y de calidez familiar, teniendo siempre, como telón de fondo, a la casa, a quien le otorga un protagonismo muy interesante que mueve al lector a querer saber qué se esconde en ella.
En "El sabor de las pepitas de manzana", conoceremos a Iris y su familia: su abuela Bertha, su madre Christa, sus tías Inga y Harriet, y a Anna, Rosmarie y Mira. Tres generaciones de mujeres cuya juventud estuvo marcada por un suceso que arrastran en su vida. La autora nos cuenta la historia de cada una de ellas mezclando pasado y presente, usando como hilo conductor a Iris, quien nos mostrará el pasado de sus familiares, y a la vez viviremos con ella sus miedos e incertidumbres en su presente.
A través de Iris, conoceremos a Bertha, abuela de la protagonista, y origen de la historia, una mujer fuerte, honesta, recta, marcada por la trágica desaparición de su hermana, y cuya vida parecía llevar un rol definido hasta que Iris descubre algo que moverá los pilares de toda la familia...
Iris nos presentará también a su madre, Christa, mujer alejada de la familia, que parece no ser feliz teniendo una vida cotidiana, bien encauzada, con un marido que la adora, y una hija independiente que ha sabido organizar su vida. Pero Christa está lejos de la casa familiar, y esta casa, que parece tener vida propia, insufla a sus moradores una energía especial cuando están en ella, que se disipa en la lejanía y los llena de nostalgia por volver. Christa necesita estar cerca de la casa para poder ser ella de nuevo...
También conoceremos a Inga, tía de Iris, mujer de extraordinaria belleza, que arrastra a los hombres a su paso pero que se mantiene siempre en soledad con sus fotografías... ¿qué es lo que le pasó en su juventud para preferir la soledad? Iris nos presentará una serie de acontecimientos y pistas que nos darán la clave para conocerlo...
Y conoceremos también a la otra tía de Iris, Harriet, una mujer muy unida al budismo y religiones orientales, pero que en su juventud destacaba por todo lo contrario. Harriet, mujer liberal cuya pérdida de su hija Rosmarie la marcó para siempre. ¿Qué es lo que le pasó a Rosmarie?
El personaje de Rosmarie, junto con su amistad con Mira, nos marcará el rumbo de la historia durante buena parte del libro para mostrarnos uno a uno, los pequeños secretos que esconde una familia que necesita, a toda costa, superar el pasado para vivir el presente... Sin duda alguna, es el personaje de Rosmarie la pieza fundamental del libro junto con la propia casa, dos elementos con los que la escritora mueve la historia a su antojo llevándonos de una historia personal a otra y haciendo que el lector descubra, poco a poco, las piezas fundamentales de este rompecabezas familiar donde cada uno de los personajes esconde una vida pasada muy diferente a la actual. Hay que reconocer el mérito de la escritora en el desarrollo de la historia, ya que ha sabido perfectamente cómo hilar de una manera selectiva y precisa el momento en que mostrarnos a nosotros, los lectores, cada una de las piezas que nos permitirán conocer la vida de cada uno de los personajes, y asombrarnos con determinados momentos que no esperábamos y que giran la historia hacia un final clásico, pero no por ello, menos interesante.
En definitiva, libro muy entretenido, bien escrito, fácil de llevar, que engancha poco a poco durante su lectura y que muestra un abanico de sentimientos que nos tendrán en vilo hasta saber por qué Iris fue la escogida por su abuela para heredar la casa...
PUNTUACIÓN: 7,5. A veces, el pasado se convierte en una maleta muy pesada de llevar...
RESEÑA REALIZADA POR SKADI
2 comentarios:
Pues me apetece bastante leerlo.
La bloggosfera se está inundando de reseñas sobre esta novela!!! =)
Besotes
Hola Shorby!! Pues te recomendamos su lectura, la verdad es que me ha tenido enganchada a la historia y me lo he leído casi sin darme cuenta. Juega mucho con los personajes, y da la información de una manera dosificada para tenernos en vilo en buena parte del libro... hay historia de amor también... bueno, en realidad hay varias... te va a gustar!! Un beso!!
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