viernes, 30 de marzo de 2012 | By: Skadhi

Bajos fondos - Daniel Polansky




BAJOS FONDOS, de DANIEL POLANSKY
MINOTAURO

Nº de páginas: 352 págs
Lengua: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788445078587
Año edición: 2011
Plaza de edición: BARCELONA

SINOPSIS

«Me llaman el Guardián. Hubo un tiempo en que estaba del lado de la ley. Ahora... digamos que estoy al margen. Dime cuál es tu veneno preferido y te lo conseguiré. ¿Aliento de hada? ¿Vid del sueño? El Guardián los tiene todos. Estás en los bajos fondos de Rigus, la ciudad más próspera de las Trece Tierras, donde las ratas salen mientras la gente honrada duerme, y la guardia hace la vista gorda. Admito los trapicheos, los rateros, los adictos y los matones callejeros. Pero ahora han asesinado a una niña y a nadie parece importarle. Así que tendré que tomar cartas en el asunto. Es en momentos como éste cuando necesitas conocer a las personas adecuadas. Y todos le deben algo al Guardián. No soy ningún héroe. Así están las cosas. Bienvenido a los bajos fondos.»

CRÍTICA

Cuando hablamos de literatura de género (o fandom o friki o de fantasía, como deseéis llamarlo), casi sin darnos cuenta, realmente estamos hablando de muchos tipos de literatura. Personas más doctas que yo han especulado sobre ello y hay una clasificación por ahí. De hecho si buscáis en la Wikipedia literatura fantástica os saldrá una entrada de este tema. Pero yo, como a veces soy un poco iconoclasta (o un botarate de mucho cuidado, dependiendo del observador), tengo mi propia clasificación, que rompe a veces con la “estipulada” u “oficial” (posiblemente Borges o Cortázar me colgaran por ello).

Así, ejemplarizando, distingo fantasía a secas (en el que digamos que la acción transcurre en nuestro mundo o la protagonizan gente del mismo, como por ejemplo La Historia Interminable de Michael Ende o Los Perros de la Morrigan de Pat O´Shea), fantasía heroica (o Sword & Sorcery con ejemplos como Conan de Robert E. Howard o Fafhrd y El Ratonero Gris de Fritz Leiber), fantasía épica (en el que priman las batallas, a ser posible entre numerosos y vastos ejércitos, como puede pasar en Las Monarquías de Dios de Paul Kearney), alta fantasía (en el que la magia es muy abundante y hay razas de todo tipo desde orcos hasta dragones, como pueden ser las novelas de Dungeons & Dragons de Weis y Hickman o las de Reinos Olvidados de Salvatore ¡sigh!) y varias combinaciones de esto mismo como por ejemplo alta fantasía épica (los libros de Malaz de Steven Eriksson). Sé que es un listado incompleto, y que muchas obras pueden adscribirse en varios subgéneros, pero es una especie de organigrama del que me valgo cuando quiero explicar algo a alguien. Y por supuesto no os tiene que gustar ni estar de acuerdo con ello; es algo de andar por casa y en zapatillas además. A ser posible viejas, que son las más cómodas. 
  
A pesar de tantas y tan conocidas clases y de que al parecer ya está todo inventado, hay otro subgénero al que yo, pretenciosamente, llamo fantasía noir (y lo digo así, noir, mi analfabetismo idiomático no me permite saber cómo diantres se pronuncia eso en francés; me imagino que sonará a algo así como “nuag”). En esta nueva clase tendríamos un tipo de fantasía que se vería combinada con elementos de thriller o de investigación. Vamos, de novela negra de toda la vida. Puede haber multitud de razas o no, puede haber magia o no, pero desde luego la clave es que tiene un componente de fantasía que lo ambienta todo y una trama central del tipo policíaco. 
  
De este género no es muy habitual encontrar ejemplos y los que se encuentran no son muy conocidos por el gran público. Mi primer choque con este tipo de literatura fue con la saga de Vlad Taltos, escrita por Steven Brust y que en su momento publicara Martínez Roca (esos míticos libros con la contraportada en amarillo y cuya colección dirigiera Alejo Cuervo). Estos libros tienen como principal protagonista a un humano, mafioso de poca estofa (algo de asesinato, muy alejado eso sí del tipo Assasins Creed tan de moda, juego, prostitución y prestamistas) que controla unos pocos distritos de una gran ciudad llamada Adrilankha.  Otro ejemplo lo tenemos en la serie de Hawk y Fisher de Simon R. Green (dos capitanes de la Guardia en la ciudad fantástica de Haven resolviendo misterios). Así a bote pronto me suena también algún libro de los ambientados en el mundo de Warhammer. En concreto La Bestia de Altdorf de Jack Yeovil y, por supuesto, la gran colección de este tipo de literatura que causa furor actualmente. Ni más ni menos que las aventuras de Harry Dresden (o más bien las desventuras de un mago en Chicago). Hasta aquí llega lo poco que se me ocurre de este tipo de lectura tan especial. 

Pero he aquí que viene un día la editorial Minotauro y decide publicar la ópera prima de Daniel Polansky. En Bajos Fondos parecen reunirse varios tópicos del género negro. Tenemos al protagonista,  un ex policía que se ha pasado al otro lado de la ley y vive de traficar con drogas (aparte de consumirlas), unos asesinatos que no parecen importar a nadie, prostitutas, suciedad física y moral, personajes ambiguos, malos de opereta y malos de verdad, luchas por el territorio, palizas, xenofobia, marginación, corrupción y sobornos a la guardia. Todo ello en un ambiente de ciudad de fantasía, Rigus, que parece que empieza a despuntar tras sobrevivir por los pelos a una peste que diezmó a la población y a una especie de guerra mundial. Eso sí, hay magia, poca y poco comprendida por el vulgo y sólo razas humanas.
    
En esta novela el autor ha sabido combinar con cierta maestría, sobre todo para ser su primer trabajo, varios argumentos. Así, a través de la narración en primera persona se va desarrollando la trama principal (los asesinatos de unos niños de la clase baja de la ciudad que parecen importar poco a las autoridades) a la vez que poco a poco nos va dando pistas sobre el origen y evolución del protagonista (cómo pasa de mendigo a soldado, de soldado a policía y de policía a traficante de poca monta) y las complicadas relaciones entre los distintos estamentos de la ciudad y de los diversos reinos que componen el mundo.
 
El protagonista es el típico cínico que ha visto demasiado pero en el fondo, muy en el fondo, tanto que a veces no se sabe si lo hay, no es tan malo y está muy bien retratado. Los personajes que le rodean son todos también típicos del género, desde chivatos a mendigos pasando por proxenetas, narcos rivales, guardias corruptos, guardias brutales, nobles que requieren sus servicios, adivinos tipo CSI, novatos con buenas intenciones y el sempiterno amigo fiel. Las situaciones son también del mismo tipo, tópicas e incluyen palizas, persecuciones, amenazas, encuentros con prostitutas, duelos de honor, confesiones bajo tortura, reflexiones melancólicas, encuentros con viejos amigos y enemigos, desencuentros de toda clase.
 
Como veis, si hay algo que utilizo mucho es la palabra típico. Y es que es de lo que se compone esta novela. De todos los clichés del género negro que os podáis imaginar sustituyendo el traje de chaqueta arrugado y sombrero por túnica con capucha y armas de fuego por espadas. Eso sí, envuelto en un ambiente de fantasía para adultos, con una visión muy pesimista de la sociedad y muy bien escrito, con una prosa muy ágil, con pocas descripciones y mucha voz en off, con capítulos muy cortos que hacen la lectura muy rápida y amena. Está claro que es una novela pensada para entretener sin complicaciones y cuyo único objetivo es poder disfrutar de unas páginas de abstracción.
 
Quizás su mayor pega sea también su, para mí, mayor baza y es el uso de tanto cliché. Desde luego para un purista de la novela negra quizá se le quede corta y poco evolucionada pero es que no es sólo una novela negra, también es una novela de fantasía. Y en este campo tan poco trillado, cualquier brote es bienvenido. Y si además está bien escrito, hace que destaque con luz propia. Es cierto que hacia la mitad del libro ya prevés cuál va a ser el final, quienes son los malos de verdad y quiénes meros figurantes, mas ello no es óbice para que tengas ganas de saber más, de ver cómo se va desarrollando la historia y de conocer, gracias a las pocas perlas que va soltando, un poco más y un poco mejor a su protagonista.
 
Desde luego es un libro distinto a los demás y, en mi opinión, muy recomendable. No dejéis que esta reseña poco inspirada os eche para atrás. Es un buen libro y desde luego es un libro brutal para ser el primero. Cuando veo que alguien de 26 años ha escrito un libro como "Bajos Fondos" me hace preguntarme qué demonios he hecho yo con mi vida. Y desde luego me hace desear que escriba otra novela. Sólo espero que con el tiempo y la pericia sea un escritor que vaya a más y que no se quede sólo en una simple promesa.
 
Mi nota: un 8. Fantasía y novela negra, una combinación de la que, de momento, salen buenos frutos.
 
Lo mejor: La cantidad de clichés que aportan cercanía y un atisbo de realidad al libro.
 
Lo peor: Que la trama sea predecible.

RESEÑA REALIZADA POR CARLOS

2 comentarios:

Babel dijo...

No sé quién firma esta reseña, pero que sepas que me molas ;o).
Estoy completamente de acuerdo con todos los puntos. Es predecible y no pasará a la historia, pero está tan bien escrita y es tan interesante el tema dentro del marco de la fantasía negra, o noir, s'il vous plait XD, que no pude resistirme. Me encantó. Me leeré todo lo que publique en esta línea.
Por cierto, no había leído la palabra "botarate" desde que leía las aventuras de cierto kender en cierto mundo draconiano. Y qué buena la analogía de las zapatillas cómodas. Si es que son las mejores.
Besotes fantásticos.

Carlos dijo...

Gracias Babel por tu comentario! Y sobre todo, gracias por leer la reseña entera o_O. Que sepas que eres de las pocas personas que aguanta una de mis reseñas de golpe. Me pongo a escribir tonterías y me quedo solo. Releyéndola ahora, he visto que he cometido varias faltas de puntuación y alguna que otra gamba más por ahí suelta, pero me alegro de que te guste.

P.D. Ya me enseñarás a hablar francés que veo que lo dominas, jejeje.

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