viernes, 25 de enero de 2013 | By: Skadhi

Llega el momento de conocer a "Margarita de Parma"

Ya que hoy nos hemos puesto a hablar de personajes de la historia, hemos decidido hablar también de la nueva novela de María Teresa Álvarez, "Margarita de Parma", novela histórica que nos adentra en la figura de otra de las mujeres claves de la historia, en este caso, de nuestro país, España... Se trata de Margarita de Parma, la hija bastarda de Carlos V, y reconocida por él, lo que le permitió llevar el apellido Austria y poder ser gobernadora de los Países Bajos. A través de su historia, podremos ver cómo el emperador Carlos V utilizó los matrimonios de conveniencia de su hija para poder afianzar relaciones con el Papado, tanto con los Medici, como con los Farnesio, amén de ver cómo su hermano Felipe II la convirtió en gobernadora de los Países Bajos para afrontar las revueltas que hubo y cómo terminó dimitiendo por la intrasigencia del rey, lo que le valió al Duque de Alba para poder ocupar su lugar... todo ello contado, como siempre, con el estilo impecable de María Teresa Álvarez, una de las autoras de nuestro país que mejor (a nuestra opinión) sabe escribir novela histórica de personajes femeninos que resultaron claves para nuestro porvenir...




MARGARITA DE PARMA, de MARÍA TERESA ÁLVAREZ
LA ESFERA DE LOS LIBROS

Fecha de publicación 23/01/2013
Páginas 352
ISBN 9788499705682
Género Novela
Formato 15,5 x 23,5 Cartoné
Colección Novela histórica
Precio 21,90 €

SINOPSIS

Margarita de Parma (1522-1586), la protagonista de esta novela, nació de la relación del emperador Carlos V con una joven en los Países Bajos. Era, por tanto, hija del hombre más poderoso del mundo, pero ilegítima. Su padre la reconoció y autorizó a llevar el apellido Austria y, sobre todo, la quiso, pero ella siempre fue consciente de su origen bastardo.

Para afianzar las relaciones con el papado, el emperador la casó primero con un Medici y después, cuando enviudó, con un Farnesio, nieto del papa Pablo III. Más adelante su hermanastro Felipe II la convirtió en gobernadora de los Países Bajos. Allí le tocó hacer frente a constantes levantamientos que trató de sofocar a través de la diplomacia, pero la postura intransigente del rey la llevó a presentar la dimisión y fue sustituida por el duque de Alba. Retirada en su ducado italiano, vio con orgullo como su hijo, Alejandro Farnesio, compañero de estudios y de armas de don Juan de Austria, hizo una gran carrera militar al servicio de la corona.

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