NARRENTURM, de ANDRZEJ SAPKOWSKI
ALAMUT EDICIONES
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788498890228
Nº Edición:1ª
Año de edición:2009
Plaza edición: MADRID
SINOPSIS
El fin del mundo no llegó en el Año del Señor de 1420, aunque señales muchas hubo de que así había de ser... Transcurre la turbulenta primera mitad del siglo XV en Silesia, un país entre los grandes reinos polacos, alemanes y bohemios. Los seguidores de la herejía fundada por Jan Hus -los husitas- se extienden por la región. Aceptada por pobres y villanos, la nueva fe produce convulsiones sociales y políticas. Los grandes señores están divididos: algunos se muestran a favor de los husitas, otros en contra. La poderosa Iglesia de Roma lanza una cruzada tras otra contra los herejes, intentando destruirlos. La horca y la antorcha recorren los campos del corazón de Europa. Pero los espías husitas están por todas partes y sus ejércitos, formados por campesinos y aldeanos, derrotan a los nobles y los pasan a cuchillo. Reinmar de Bielau, llamado Reynevan, es un joven noble silesio, un médico estudioso de la alquimia y ferviente partidario de trovadores y minnes%E4nger. Su apasionamiento por una mujer casada lo llevará a enfrentarse a una poderosa familia, los Sterz. Perseguido por encargo de ellos, Reynevan huye por todo el centro de Europa, escondiéndose de los asesinos a sueldo. En un principio la huida es poco más que un juego, pero pronto las cosas empiezan a complicarse. Reynevan no lo sabe, pero la huida emprendida transformará por completo su vida. Encontrará así el verdadero amor y la verdadera amistad, vivirá aventuras y peligros, y por fin participará en la guerra del lado de los más débiles. O al menos eso cree.
ALAMUT EDICIONES
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788498890228
Nº Edición:1ª
Año de edición:2009
Plaza edición: MADRID
SINOPSIS
El fin del mundo no llegó en el Año del Señor de 1420, aunque señales muchas hubo de que así había de ser... Transcurre la turbulenta primera mitad del siglo XV en Silesia, un país entre los grandes reinos polacos, alemanes y bohemios. Los seguidores de la herejía fundada por Jan Hus -los husitas- se extienden por la región. Aceptada por pobres y villanos, la nueva fe produce convulsiones sociales y políticas. Los grandes señores están divididos: algunos se muestran a favor de los husitas, otros en contra. La poderosa Iglesia de Roma lanza una cruzada tras otra contra los herejes, intentando destruirlos. La horca y la antorcha recorren los campos del corazón de Europa. Pero los espías husitas están por todas partes y sus ejércitos, formados por campesinos y aldeanos, derrotan a los nobles y los pasan a cuchillo. Reinmar de Bielau, llamado Reynevan, es un joven noble silesio, un médico estudioso de la alquimia y ferviente partidario de trovadores y minnes%E4nger. Su apasionamiento por una mujer casada lo llevará a enfrentarse a una poderosa familia, los Sterz. Perseguido por encargo de ellos, Reynevan huye por todo el centro de Europa, escondiéndose de los asesinos a sueldo. En un principio la huida es poco más que un juego, pero pronto las cosas empiezan a complicarse. Reynevan no lo sabe, pero la huida emprendida transformará por completo su vida. Encontrará así el verdadero amor y la verdadera amistad, vivirá aventuras y peligros, y por fin participará en la guerra del lado de los más débiles. O al menos eso cree.
CRÍTICA
Hablar de Sapkowski y sus novelas es hablar de una grandísima ambientación, cuidada y esmerada al máximo, de unos personajes muy trabajados, con una personalidad compleja y realista y de una moral en la que abundan los grises, no existen malos y buenos, ni blanco y negro. Desde luego es hablar de uno de los grandes autores del género que ha conmocionado la fantasía tradicional para acercarla mucho más al público adulto.
Y en Narrenturm, principio de una trilogía, tenemos todo esto y mucho más. Salvo quizás lo de novela de fantasía, ya que en principio es una novela histórica. Ambientada en la Centroeuropa medieval, en el estado de Silesia (hoy Polonia), en una época convulsa, en la que la herejía husita (hilo conductor del libro)calaba entre las clases más desfavorecidas de la sociedad, como ya hicieran en su momento los dulcinistas, los cátaros o albigenses y los franciscanos (aunque estos no fueran, por poco, considerados heréticos), pidiendo una Iglesia más cercana al pueblo, menos politizada, menos corrupta y más preocupada por los asuntos del alma y de los pobres, con un Papa que ya había convocado dos sangrientas Cruzadas para erradicar a los herejes y con grandes crueldades por ambas partes del conflicto, en donde la tortura y la muerte campan a sus anchas. En este contexto político social se mueve el joven protagonista, un noble menor más preocupado por líos de faldas que por aquello que le rodea.
Y por tales asuntos comete el error de enemistarse con la familia inadecuada, quien pone precio a su cabeza y que le obliga a dejar la comodidad de su laboratorio de alquimista empezando entonces sus aventuras (y desventuras pues son estas más que las otras). Y lo que comienza como una alegre y despreocupada huida en pos del amor, donde las situaciones cómicas no dejan de sucederse, poco a poco se va transformando en una cruenta lucha para salvar su vida, resolver una serie de misteriosos asesinatos que le afectan directamente y finalmente en una lucha por cambiar el mundo, del que empieza a ser consciente. Un mundo donde no todos tienen las mismas oportunidades que él tuvo y donde la miseria está por doquier.
Como ya he mencionado, la ambientación sólo puede considerarse magnífica, un tema que el autor maneja a la perfección, dónde no sólo se demuestra su dominio del período histórico sino que te lo hace vivir, ver, tocar, oler y sentir que eres parte del mismo. Los diálogos, la diferencia de lenguaje entre las distintas clases sociales, el mismo estilo narrativo, la crueldad de la época (sin juzgar a nadie, donde no hay buenos y malos, sólo intereses encontrados y sin criticar ni a la Iglesia ni al vulgo que se alza en armas, puesto que se duda en todo momento sobre quién es peor y quién respeta menos derechos humanos), las descripciones de personajes eventos y lugares (precisas, concretas y directas, sin irse por las ramas), todo, en definitiva, te hace sentir parte de los hechos. Quien se haya leído la Saga de Geralt de Rivia reconocerá esto como parte de su estilo, dudando a veces si no estarás leyendo la una en vez de la otra.
Por si no fuera suficiente, el autor te engancha desde el principio con su estilo directo, su sentido del humor, muy presente, quizá como contrapartida a tanta crueldad como se desenvolverá a lo largo de todo el libro, ya sea con ironía, humor negro o hasta humor escatológico (mi preferido, y por escatología no me refiero a lo relativo al fin del mundo, sino la otra opción), todo regado con una prosa perfecta, una narrativa muy cuidada y un gran dominio del lenguaje.
Sin embargo tiene un pero, que para mí es una virtud, pero para otros será una gran losa. Y es que no es sólo una novela histórica, sino que introduce elementos fantásticos. Así, por ejemplo, el protagonista no sólo es alquimista y médico, sino también un mago. Sus poderes se limitan a cierta capacidad para “intuir” el camino correcto al seguir a una persona y pequeñas ayudas de corte curativo, sin ser nada exagerado (no hay bolas de fuego). El componente fantástico viene dado por la existencia real de una cierta magia y la existencia de seres como faunos y sátiros y demonios y brujas (de las de toda la vida, vestidas de negro, con sombrero de pico y escoba voladora, en un guiño anacrónico que encontré divertidísimo). De todas formas no es un ingrediente muy exagerado, y en las limitadas ocasiones en que aparece, siempre viene revestido de un cierto aire de nostalgia ya que es algo que está en retroceso frente a la luz de la razón y los progresos tecnológicos. Es como si el autor nos dijera “vale, sé que no existe, pero ¿y si hubiera existido y lo hubiéramos hecho retroceder hasta extinguirse?”. Algo muy similar a lo que nos proponía Guillermo del Toro en Hellboy y el Ejército Dorado. Se trata siempre de los últimos de su especie, las últimas hebras de su poder.
Queda por reseñar un pequeño punto que suele pasarse por alto y es la calidad en la que viene editada esta novela. Y es que los chicos de Alamut se lo han “currao”. La traducción de Jose María Faraldo es simplemente increíble y no envidio el trabajazo que debió de llevarle adaptar con maestría y gran acierto los diferentes dialectos que aparecen en el libro al español. Además incluye un pequeño mapa de Silesia en el siglo XV, todos los latinajos (que abundan) no sólo traducidos, sino que explicado también su origen y una mini guía de pronunciación de los nombres, sin la cual los nombres húngaros y polacos serían impronunciables en la lengua de Cervantes (¿a quién se le ocurre poner tres o cuatro consonantes seguidas?).
En resumidas cuentas, al margen de si es histórica o no, es desde luego una novela maravillosa, que engancha desde el primer capítulo hasta el último y que no puedo por menos que recomendar a todo el que le guste un buen libro y una gran novela.
P.D. La gran pega que para mí tiene este libro es la tardanza en sacar las continuaciones (Los Guerreros de Dios y Lux Perpetua), ya que éste es del año 2002 y se publicó en España en el año 2009. Así que, por favor, Luis G. Prado, díganos, cuándo sabremos más de Reimar de Bielau, llamado por sus amigos Reynevan.
RESEÑA REALIZADA POR CARLOS
8 comentarios:
Otoño de 2011 :D
Pues sí Carlos, el gran problema es lo poquito que cuidan al lector en cuanto se trata de trilogías y sagas.
No estaba muy segura sobre estos libros pero después de leer tu crítica lo apunto en mi lista. Aunque casi que mejor me espero a otoño para no quedarme tantos meses "con el mono" ;)
Pues acabo de quedar como el culo, por no haberme enterado de la fecha. Bueno, no hay mal que por bien no venga. Menudo otoño de libros me espera.
Me parece un libro muy interesante, yo también me lo apunto para leerlo
La novela histórica y la novela fantástica son incompatibles
Carlos, no, hombre, no has quedado como el culo, es cuestión de que me leo el blog de Alamut y hablo con su editor ;)
Lo complicado de este autor son las traducciones, eso hace que no se sepa a ciencia cierta cuándo saldrá el siguiente libro.
La novela histórica y la del género fantástico no son incompatibles. Si que es cierto que los amantes del género histórico clásico no ven con buenos ojos que en una novela donde se relatan hechos históricos reales, aparezcan personajes o elementos fantasiosos, ya que puede perjudicar la credibilidad de la historia que se está contando... En este sentido, estamos de acuerdo con ello, pero no olvidemos que algunas novelas históricas ya informan de que sólo cogen prestado el contexto para desarrollar una historia completamente inventada, y es en este estilo de novelas, donde la fantasía tiene cabida... Así que nosotros sí que creemos que, para determinados libros de corte histórico, no perjudica en modo alguno la existencia de pinceladas de fantasía en su interior...
La historia me ha parecido sorprendente, y tal como lo cuentas, me ha dejado con ganas de leerlo
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