Apocalipsis Z. La ira de los justos - Manel Loureiro. Segunda reseña

APOCALIPSIS Z: LA IRA DE LOS JUSTOS, de MANEL LOUREIRO
PLAZA & JANES EDITORES   
Nº páginas: 496 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788401339387
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011
Plaza edición: BARCELONA

SINOPSIS

La civilización ya no existe. No hay internet. No hay televisión. No hay móviles.
No hay supermercados, ni colegios. Ya no hay nada que te recuerde que eres un ser humano. En el mundo solo quedan pequeños grupos aislados que quizá sean peores que el peor de los No Muertos. Estate alerta, el Apocalipsis ha empezado. Ahora solo tienes un objetivo: sobrevivir.

CRÍTICA

¡¡¡Hola, weber@s!!!

Esta vez vuelvo a la carga con este libro que parece ser el fin de la saga “apocalíptica” tan de culto y de moda en los últimos años y que bien merece ser criticada de igual forma en global aprovechando la ocasión, ¿no os parece?

Desde que hace unos tres años saliera a la luz el primer libro de Manel Loureiro, “Apocalipsis Z”, que a la postre sería el inicio de esta trepidante y absorbente trilogía, el panorama literario español respecto al género del thriller y del terror ha proliferado de una manera asombrosa y a la vez, inquietante.

Lo nunca visto antes en este país, la creación de un nuevo género dentro del terror, el bautizado como “Z” (de Zombi), ha hecho que descubriéramos a una serie de autores noveles que estaban ahí, en la sombra, a los que esta temática les ha dado una oportunidad, un motivo, el impulso necesario para experimentar y crear con el “Mondo Zombi” sus propias obras y hacernos permanecer después a todos sus lectores expectantes, casi apostados en los escaparates de las librerías, nariz y manos contra el cristal, hambrientos como los No Muertos, ansiando el papel como ellos la carne.

En ese sentido, puede decirse que Loureiro ha sido un pionero de este nuevo género en España y que AZ fue un antes y un después claro y contundente. (¡Quién le iba a decir a este abogado gallego todo el fenómeno que iba a desencadenar a partir de una historia publicada en un blog! ¡Un autentico virus literario similar al TSJ, nada más y nada menos!).
En fín, larga vida a Loureiro, ¿cierto?

Después de esta elogiosa introducción llega el motivo puro y duro de la reseña, lo que
viene siendo “la parte dura” o “dolorosa” (no siempre) de la cuestión.

Lo cierto es que Manel Loureiro nunca dejará de sorprendernos y “La Ira de los Justos”
es buena prueba de ello. Siempre fiel a su estilo y a sus personajes, en su tercer libro la acción y la lucha por la supervivencia se trasladan al pueblo costero americano de Gulfport, donde van a parar por casualidades de la vida Manel, - el mega-superviviente en el que se reconoce
a Loureiro -, su novia (o mejor dicho, “su” mujer) Lucía, el inseparable y combativo Pritchenko y, por último, ese incombustible y desquiciante gato persa con forma de bola de pelo naranja llamada Lúculo.

Allí, estos chicos se las tendrán que ver con un reverendo homófobo autoproclamado “profeta” que lidera su propia comunidad, su propio ejército de fieles sin escrúpulos y que posee el remedio para paliar los efectos del TSJ, el virus letal que transforma a la gente en No Muertos. Y ahí queda eso; todo el tiempo atrás (dos años, nada menos) en el que nuestros
protagonistas se partían el pecho y se jugaban las carnes en “campo de batalla” y de manera incesante con los No Muertos, queda reducido (casi) al interior del perímetro del engañoso reducto de paz llamado Gulfport. - ¡Ay, Don Manel! ¿Dónde están ya aquellas tensas y excitantes incursiones en peligrosas plazas atestadas de podridos como Vigo, Madrid, Tenerife…? La verdad es que en “AZ 3: La Ira de los¡ Justos” aquellos vibrantes momentos de acción, suspense, sangre y trozos de carne¡ desparramados se echan en falta -. En este sentido y en cierto modo, puede que el lector habitual de Loureiro (como un servidor), haya podido sentirse algo decepcionado, pero tanto la trama como el hilo de la historia y todas las situaciones de acción y combate (que no son pocas) son argumentos suficientes, convincentes y contundentes (¿algo más que acabe en “-entes”? ¡Ah, sí; “evidentes”!) para sustituir ese otro modo de supervivencia más “Z” que tanto nos deleitó en “AZ: El Principio del Fín” y algo
menos ya en “AZ 2: Los Días Oscuros”. Todo ello puede evidenciar que Loureiro haya pretendido así “descontagiarse” de este virus suyo, de este fenómeno, poco a poco y obra tras obra para querer así poner sus miras, quizá, en otros temas u en otros géneros. Como él bien dice en sus agradecimientos al final del libro; “Y ahora, preparaos. El camino tan sólo acaba de comenzar”.

Pues eso, que si esto ha sido sólo el comienzo, bienvenidos serán sus futuros éxitos.

RESEÑA REALIZADA POR DAVID R.G.