El pasado día 10 de abril, salió a la venta el nuevo (y esperado) libro de Eduardo Mendoza. Bajo el título de "El enredo de la bolsa y la vida", Mendoza, maestro del humor irónico y crítico, nos lleva de la mano de su detective fetiche a una historia cargada de sarcasmo y humor, de los que marcan, para mirar hacia la crisis mundial que asola Europa y sacar conclusiones sobre ella, sus culpables, sus "medio culpables", sus "no tan culpables", sus "inocentes"... todo ello cargado de mucho humor, y de una historia de encuentros y desencuentros marcada con el sello inconfundible de uno de los mejores escritores de nuestro panorama nacional...
EL ENREDO DE LA BOLSA Y LA VIDA, de EDUARDO MENDOZA
SEIX BARRAL
Fecha de publicación: 10/04/2012
272 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-322-1000-6
Código: 10008660
Formato: 13,3 x 23 cm.
Presentación: Rústica con solapas
Colección: Biblioteca Breve
SINOPSIS
El anónimo detective de El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras regresa a la acción en tiempos de crisis. Contra su voluntad, es decir, movido por la amistad y sin un euro en el bolsillo, vuelve a ejercer de insospechado sabueso en la Barcelona de hoy en una carrera contrarreloj por desarticular una acción terrorista antes de que intervengan los servicios de seguridad del Estado.
Años después de dejar el sanatorio mental donde compartieron celda, Rómulo el Guapo le propone un golpe a nuestro protagonista. Su negativa y la misteriosa desaparición de Rómulo serán el arranque de un enredo para resolver un caso de repercusiones internacionales con la ayuda de un infalible equipo: la adolescente Quesito, el timador profesional Pollo Morgan, el africano albino Kiwijuli Kakawa, conocido como el Juli, la Moski, acordeonista callejera, el repartidor de pizza Manhelik y el señor Armengol, regente del restaurante Se vende perro.
Eduardo Mendoza regresa con una sátira genial, como las que sólo él sabe hacer. En ella la fábula crea su propia verosimilitud, que es, paródicamente, la del género policial, y la de la farsa convertida en apólogo moral. No se puede contar el libro sin una sonrisa; pero es imposible leerlo sin carcajadas, y sin comprender que en la Europa en quiebra técnica que habitamos no basta con el humor dinamitero e inventivo: es preciso, además, el don de la lucidez.
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