LA CIUDAD ENMASCARADA, de RAFAEL MARIN
AJEC EDITORIAL
Nº páginas: 304 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788415156161
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011
Plaza edición: ALMERIA
SINOPSIS
El carnaval se acerca y la ciudad de Cádiz se prepara para celebrarlo. Una enfermedad ha retirado a Gabriel Amador de las aulas, igual que el desencanto lo retiró antes de la literatura. Ahora es un hombre triste que recorre las calles y soporta el paso de los días. Una noche, un misterioso mendigo árabe le entrega el ojo de nácar de una muñeca antigua. Cuando el mendigo se suicida apenas unas horas más tarde, Gabriel Amador empieza a tener pesadillas donde vislumbra civilizaciones sumergidas, sones de otras eras y de otros mundos, oraciones a dioses olvidados que no puede pronunciar ninguna garganta humana. Inmerso sin saberlo en una telaraña que implica a ex-modelos en decadencia y poetas malditos, timadores y asesinos en serie, cultos escondidos desde que el tiempo es tiempo y la eterna lucha entre el mar y el cielo, Gabriel Amador descubrirá que hay horrores más terribles que la soledad y el hartazgo de lo cotidiano. El carnaval se acerca y la ciudad se pone la máscara.
CRÍTICA
A veces, es complicado realizar una reseña de un libro cuando no se encuentran las palabras necesarias que sirvan para describir lo que se ha sentido durante su lectura. No es que me haya pasado muchas veces durante estos meses, de hecho creo que es la primera vez que me encuentro ante el paradigma de no saber cómo realizar una reseña.
Y el motivo no es otro que, ante el despliegue de tal calidad literaria como ha realizado Rafael Marin en "La ciudad enmascarada", no consigo encontrar las palabras adecuadas para poder hacer llegar al lector las sensaciones que he sentido durante su lectura.
Estamos ante una inusual novela de terror, no es un terror visceral, ni de alienígenas, ni virus, ni monstruos (aunque cada uno encerremos a uno en nuestro interior). En realidad, estamos ante una demostración de un terror cotidiano que hace un guiño al terror con el que el maestro Poe nos dejaba noches enteras sin dormir. Y es que no hay mayor terror que el miedo a lo que no podemos explicar y a lo que no se puede razonar dentro de nuestro mundo cotidiano.
En este libro, Rafael Marín nos presenta a Gabriel Amador, un profesor de literatura venido a menos cuya vida transcurre en paralelo a la línea que separa la cordura de la depresión, la vida del ansia de huir de ella... Gabriel no es feliz, lo fue durante unos años, pero la vida le puso a prueba en varias ocasiones y Gabriel, al final, se rindió y con ello perdió el motivo a su existencia. Abandonado por su mujer, tratado durante un tiempo de una depresión que realmente no existía, y operado de un corazón que en realidad no quiere seguir latiendo, Gabriel es nuestro hilo conductor dentro de una historia que se divide en dos historias paralelas que suceden a la vez en dos sitios completamente opuestos: una cárcel estadounidense, y la bella ciudad de Cádiz. Se trata de dos historias que no parecen guardar ninguna relación entre sí, hasta que el escritor nos presenta a Michael Furia, preso condenado a cadena perpetua, que irradia un aura de gurú entre el resto de los presos, quienes hacen y deshacen a la voluntad de Furia, pero quien genera auténtico miedo entre los policías que custodian el penal.
¿Qué puede haber en común entre Gabriel y Michael? Parece ser que nada... o puede que tan sólo un objeto que, por nimio que resulte en un principio, a lo largo del libro termina generando bastante incomodidad su mera presencia en un capítulo... se trata de un simple ojo de muñeca. Un objeto irrisorio que en manos del escritor Rafael Marín se convierte en un objeto destructivo, cruel y bastante aterrador. En este sentido, recuerda mucho al famoso cuervo de Poe, su mera presencia, sin necesidad de hacer o decir nada, genera miedo e incertidumbre, y esas sensaciones son, precisamente, las que no van a acompañar a lo largo del libro. Miedo por no saber qué es lo que va a pasar realmente en una historia que durante su lectura resulta de lo más cotidiana y normal, y donde todos podríamos ser protagonistas, e incertidumbre cuando comprobamos que disfraces, máscaras y carnavales van a estar incluídos en el coctel final de la historia y no parece haber salvación para nadie.
Y es que las calles y callejuelas de Cádiz en plenos carnavales de la ciudad son un escenario perfecto para que Rafael Marín nos lleve al declive y delirio final de una serie de personajes que, venidos a menos con el paso de los años y la pérdida de sus sueños, nos van a mostrar la cara oculta que podríamos llegar a tener todos cuando al final, nos rendimos y nos dejamos arrastrar por nuestras pasiones más primitivas y nuestros deseos más ocultos. Poetas que perdieron su espíritu literario, mujeres cuya excepcional belleza no les ha otorgado la felicidad, hombres cuya devoción por el pasado místico de su ciudad les nubla su visión del presente, y en general, personas cuya crisis existencial les va a hacer partícipes de una pesadilla en la que no nos gustaría ser los protagonistas.
En definitiva, buena novela de terror, de la que preferimos no dar más detalles, y de la que es necesaria su lectura para quedarnos atrapados en una espiral de supense, pesadilla, intriga y declive en el que nadie es lo que parece y donde todos son meras fichas de una partida que escapa a su comprensión.
Excelente las descripciones de Cádiz, de sus calles, de su historia y sus costumbres. A destacar también el estilo utilizado por Marín para contarnos la historia, con un corte periodístico, alternando la tercera y primera persona que nos acerca o aleja en la historia según su conveniencia y además, de una manera más que acertada. Personajes que nos llegan dentro por su naturalidad y realismo que nos llega a albergar la duda de si podría ser real, algún día, la historia que nos está contando...
PUNTUACIÓN: 9. Indispensable su lectura para viajar a una historia que nos atrapa desde el principio...
AJEC EDITORIAL
Nº páginas: 304 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788415156161
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011
Plaza edición: ALMERIA
SINOPSIS
El carnaval se acerca y la ciudad de Cádiz se prepara para celebrarlo. Una enfermedad ha retirado a Gabriel Amador de las aulas, igual que el desencanto lo retiró antes de la literatura. Ahora es un hombre triste que recorre las calles y soporta el paso de los días. Una noche, un misterioso mendigo árabe le entrega el ojo de nácar de una muñeca antigua. Cuando el mendigo se suicida apenas unas horas más tarde, Gabriel Amador empieza a tener pesadillas donde vislumbra civilizaciones sumergidas, sones de otras eras y de otros mundos, oraciones a dioses olvidados que no puede pronunciar ninguna garganta humana. Inmerso sin saberlo en una telaraña que implica a ex-modelos en decadencia y poetas malditos, timadores y asesinos en serie, cultos escondidos desde que el tiempo es tiempo y la eterna lucha entre el mar y el cielo, Gabriel Amador descubrirá que hay horrores más terribles que la soledad y el hartazgo de lo cotidiano. El carnaval se acerca y la ciudad se pone la máscara.
CRÍTICA
A veces, es complicado realizar una reseña de un libro cuando no se encuentran las palabras necesarias que sirvan para describir lo que se ha sentido durante su lectura. No es que me haya pasado muchas veces durante estos meses, de hecho creo que es la primera vez que me encuentro ante el paradigma de no saber cómo realizar una reseña.
Y el motivo no es otro que, ante el despliegue de tal calidad literaria como ha realizado Rafael Marin en "La ciudad enmascarada", no consigo encontrar las palabras adecuadas para poder hacer llegar al lector las sensaciones que he sentido durante su lectura.
Estamos ante una inusual novela de terror, no es un terror visceral, ni de alienígenas, ni virus, ni monstruos (aunque cada uno encerremos a uno en nuestro interior). En realidad, estamos ante una demostración de un terror cotidiano que hace un guiño al terror con el que el maestro Poe nos dejaba noches enteras sin dormir. Y es que no hay mayor terror que el miedo a lo que no podemos explicar y a lo que no se puede razonar dentro de nuestro mundo cotidiano.
En este libro, Rafael Marín nos presenta a Gabriel Amador, un profesor de literatura venido a menos cuya vida transcurre en paralelo a la línea que separa la cordura de la depresión, la vida del ansia de huir de ella... Gabriel no es feliz, lo fue durante unos años, pero la vida le puso a prueba en varias ocasiones y Gabriel, al final, se rindió y con ello perdió el motivo a su existencia. Abandonado por su mujer, tratado durante un tiempo de una depresión que realmente no existía, y operado de un corazón que en realidad no quiere seguir latiendo, Gabriel es nuestro hilo conductor dentro de una historia que se divide en dos historias paralelas que suceden a la vez en dos sitios completamente opuestos: una cárcel estadounidense, y la bella ciudad de Cádiz. Se trata de dos historias que no parecen guardar ninguna relación entre sí, hasta que el escritor nos presenta a Michael Furia, preso condenado a cadena perpetua, que irradia un aura de gurú entre el resto de los presos, quienes hacen y deshacen a la voluntad de Furia, pero quien genera auténtico miedo entre los policías que custodian el penal.
¿Qué puede haber en común entre Gabriel y Michael? Parece ser que nada... o puede que tan sólo un objeto que, por nimio que resulte en un principio, a lo largo del libro termina generando bastante incomodidad su mera presencia en un capítulo... se trata de un simple ojo de muñeca. Un objeto irrisorio que en manos del escritor Rafael Marín se convierte en un objeto destructivo, cruel y bastante aterrador. En este sentido, recuerda mucho al famoso cuervo de Poe, su mera presencia, sin necesidad de hacer o decir nada, genera miedo e incertidumbre, y esas sensaciones son, precisamente, las que no van a acompañar a lo largo del libro. Miedo por no saber qué es lo que va a pasar realmente en una historia que durante su lectura resulta de lo más cotidiana y normal, y donde todos podríamos ser protagonistas, e incertidumbre cuando comprobamos que disfraces, máscaras y carnavales van a estar incluídos en el coctel final de la historia y no parece haber salvación para nadie.
Y es que las calles y callejuelas de Cádiz en plenos carnavales de la ciudad son un escenario perfecto para que Rafael Marín nos lleve al declive y delirio final de una serie de personajes que, venidos a menos con el paso de los años y la pérdida de sus sueños, nos van a mostrar la cara oculta que podríamos llegar a tener todos cuando al final, nos rendimos y nos dejamos arrastrar por nuestras pasiones más primitivas y nuestros deseos más ocultos. Poetas que perdieron su espíritu literario, mujeres cuya excepcional belleza no les ha otorgado la felicidad, hombres cuya devoción por el pasado místico de su ciudad les nubla su visión del presente, y en general, personas cuya crisis existencial les va a hacer partícipes de una pesadilla en la que no nos gustaría ser los protagonistas.
En definitiva, buena novela de terror, de la que preferimos no dar más detalles, y de la que es necesaria su lectura para quedarnos atrapados en una espiral de supense, pesadilla, intriga y declive en el que nadie es lo que parece y donde todos son meras fichas de una partida que escapa a su comprensión.
Excelente las descripciones de Cádiz, de sus calles, de su historia y sus costumbres. A destacar también el estilo utilizado por Marín para contarnos la historia, con un corte periodístico, alternando la tercera y primera persona que nos acerca o aleja en la historia según su conveniencia y además, de una manera más que acertada. Personajes que nos llegan dentro por su naturalidad y realismo que nos llega a albergar la duda de si podría ser real, algún día, la historia que nos está contando...
PUNTUACIÓN: 9. Indispensable su lectura para viajar a una historia que nos atrapa desde el principio...
RESEÑA REALIZADA POR SKADI
4 comentarios:
Este lo tengo pendiente desde hace un tiempo.
Le has puesto notaza!
Besotes
Hola Shorby! Si, le he puesto notaza, pero el libro se lo merece, tengo que reconocer que en la reseña no he puesto todo lo que quería poner, pero si lo hago, destrozo el libro y no soy partidaria de ello... en serio, si puedes algún día, leételo, no te va a defraudar lo más mínimo...
Pues sí, me haré con él =)
Además si me dices que hay mucho más... con más razón jejej
Besotes
ya lo he leido, es bueno
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