viernes, 1 de julio de 2011 | By: Skadhi

Hablamos con... Antonio Santos

Antes de empezar la entrevista quiero que sepas que es la primera que hago, y si te soy sincero, tengo miedo de quedar como un imbécil. Lo malo de entrevistar a un autor al que acabas de reseñar es que igual te das cuenta de que no has entendido ni un pijo de lo que va el libro. Y lo peor es que encima viene alguien y publica tanto la entrevista como la reseña y ya confirma ante todo el mundo tu estulticia supina. Pero bueno, ya sabes lo que dicen. El que se dedica a criticar es porque no sabe crear y desde luego no sabe enseñar.

Hola, tú. Sé a lo que te refieres con los críticos-envidiosos improductivos. Me he tropezado con elementos así… y los que me quedan. Queda un consuelo: “Un crítico es como un gallo que cacarea mientras otros ponen”, Giovanni Guareschi.

Empecemos por algo sencillo. ¿Desde cuándo te gusta leer? ¿Con qué empezaste? Y sobre todo, ¿cómo descubriste el pulp y qué fue lo primero que leíste?

Mi primer contacto con la literatura fueron los tebeos y quería saber qué decían esos de las viñetas. Intuía que algo se contaba en los bocadillos que afectaba a las situaciones dibujadas. Así que no quedaba más remedio que ir al cole.

Como lector, empiezas con los clásicos, y los libros que te recomiendan. (Farmer me espabiló en seguida.) Pronto desarrollé un gusto específico por según qué obras. Leí Ben-Hur con siete años. En teoría, debía estar con cosas más “blanditas” e inofensivas.

Descubrir el pulp gracias a mi padre. Luego, por algunos artículos que leí, investigué y comencé “la caza y captura” de los títulos que me interesaban.

Lo primero pulp que leí fueron novelas del Oeste de Marcial Lafuente Estefanía, y después, Doc Savage. Luego Conan, La Sombra, H.P. Lovecraft, C. Doyle…

¿Cómo te da por escribir algo así en una época como la actual? Parece que la novela de género ha ido evolucionando desde las clásicas dragonadas y “tolkienadas” adoradas por adolescentes a una novela adulta, donde esos mismos adolescentes han crecido, pero siguen llevando el amor por las historias dentro de sí y deciden darle un toque más real, con motivaciones complejas, madurez de personajes y sobre todo la difusión entre los bandos, donde ya no hay buenos o malos. Sin embargo tú haces un retorno a los orígenes, una nueva vuelta a Burroughs, Haggard, Farmer, Dent y compañía. Volvemos al blanco y negro. ¿Por qué?

Siempre he escrito pulp… a mi manera. Pero, en el caso que nos atañe (Las graves planicies) surgió porque había leído que el cyberpunk ya no vendía. Pero por inercia, o porque puede colar, se sigue escribiendo. Y bastante. No me parece mal, ¿eh? Pero intuí que no estaría mal intentar volver a los orígenes. Allí aún queda pureza, y aunque es cierto que a estas alturas no puedes inventar nada nuevo, sí al menos intentar que lo parezca. Estudié la estructura narrativa pulp y vi qué funcionaba y qué no.

No comparto del todo tu opinión sobre que la literatura ha evolucionado desde fórmulas adolescentes. Los editores buscan eso. Lo difícil es colar una historia adulta. Que haya un núcleo de lectores que han evolucionado desde ahí buscando conceptos más maduros, es cierto. Cuando daba clases, lo veía en mis alumnos. Intentaban avanzar hacia estructuras narrativas más sofisticadas.

Necesitamos regresar al blanco y el negro en esta sociedad tan ramificada y vertiginosa que ofrece tantos caminos y tan ambiguos todos que nos aturde. Algunos viejos valores deben resurgir, pues nos despojaron de ellos y la alternativa propuesta es mucho peor.

En tu novela se aprecia el amor por los pulps, y prueba de ello son la cantidad de personajes, tramas y situaciones homenajeadas. Sin embargo, y dado que muchos de estos autores ya no se publican en España, a mucha gente puede que le cueste captar todos los matices. ¿Nos podrías dar unas cuantas pistas o, siendo vagos, un listado?

Si bien es verdad que Las graves planicies parodia La princesa de Marte, (que está a huevo, por cierto), y debía “copiarla”, no obstante tan pronto como podía me desviaba a situaciones de cosecha propia (Forson, la historia de Herida de Muerte, por ejemplo).
Aludía (genéricamente) a Doc Savage, La Sombra, Dick Tracy, Flash Gordon, Sarah Connor, el Capitán Nemo, Robur el Conquistador, Indiana Jones, el Dr. Watson, Irene Adler, Franky Cook… Estos son los que recuerdo ahora mismo.

El personaje de Max es uno de los más atractivos. Sin duda el más gris de todos, con cierto humor socarrón y perrillero. ¿De dónde sale? ¿He metido la pata al imaginar que te influenció Mad Max? ¿Por qué incluirlo en una historia donde, en principio, no tiene mucha cabida? En cierta forma, hasta tú lo marginas al hacerlo vivir solo y  aislado del mundo. ¿Por qué añadir ese toque de realismo?

Ese Max es el Tanquista de Factoría Cinco. Y. sí, tomo el nombre de El guerrero de la carretera (mi película favorita). Aparece porque era un personaje que conocía (sabía cómo me respondería) y merecía otra oportunidad. Teniendo en cuenta que Marsoon es un geriátrico de leyendas olvidadas, ¿qué mejor lugar para alguien cuya popularidad desapareció? Y el Tanquista es así: misántropo. Mi estilo no rehúye el realismo. Y sabía que éste atraería a muchos lectores que, así, verían seriedad en la trama.

Las Graves Planicies es el primero de un ciclo de cinco. ¿Por dónde van a tirar los siguientes libros? ¿Vas a mantener el estilo pulp o lo vas a adecuar a las nuevas tendencias? ¿Resolverás enigmas como el de los Monolitos Negros, o el cómo acaba uno en ese mundo y sobre todo, qué hace Álex ahí? ¿Acabará cierto doctor oriental haciendo de gran súper villano? ¿O tendremos también, al igual que en la obra de Farmer, personajes históricos protagonizando tus libros?

Por supuesto, todo quedará explicado (en La asombrosa tripulación del Rendevouz, el último de la serie). A partir de ahora, Joe Horseman toma el relevo, y las cosas van a ir a más, como deja patente la segunda parte, Mayor Mars.

Trataré de fusionar los estilos. Pero eso depende también del narrador. Joe es un hombre del siglo XIX y tiende a recargar los párrafos. (Suerte que leer a James Ellroy me ha enseñado cómo recortar y dónde.)

Sí estoy barajando la idea de que Fu Manchú aparezca en la saga. Pero Forson y Liana vuelven a las planicies, y más sedientos de sangre que nunca. Sería una disputa interesante, no obstante.

No habrá personajes históricos.

La portada es lo primero que destaca. ¿A quién le vendiste tu alma por conseguir esa maravilla? ¿Repetirás diseñadores de cubierta? ¿Qué portada te habría gustado más? ¿La original o una hecha expresamente por Frazzeta?

¡Dios santo, en qué compromiso me pones! Calderón ha hecho una portada fabulosa (como la esbocé; aunque, desde luego, el boceto que le remití eran garabatos comparado con lo que finalmente ha hecho), pero estamos hablando de Frank Frazetta, que vendía libros infumables gracias a sus pinturas. (Joe Jusco robaba las cubiertas de esos libros. Sabía dónde estaba la calidad.)

Calderón ha conseguido exactamente eso: estimular el interés por un libro gracias a una magnífica cubierta. Por suerte, el lector dentro encontrará un fiel reflejo de lo que ha ilustrado. Y espero que se ocupe de toda la serie. (Y siga aceptando mis sugerencias. He diseñado siete portadas para Mayor Mars; a ver si alguna le convence.)

Sencillamente, esa era la portada. Hay que devolver el arte a las cubiertas.
 
A día de hoy, conseguir novelas pulp traducidas es todo un desafío. Sin ir más lejos, no hay quien complete los relatos de Fu Manchú, o conseguir los relatos de Carson en Venus es tarea dificultosa, ya que la última edición fue de la década de los 70. ¿Debiera alguna editorial (y no miro a ninguna, ejem ejem) plantearse adquirir los derechos de todos estos clásicos y ofrecérnoslos con buenas ediciones, nuevas traducciones, y esas portadas y estilo tan clásicos? Algo como lo que hace Valdemar con los clásicos del terror pero aplicado a todo el pulp. Yo es que sueño con esos libros que tanto me enamoraron de crío, con ilustraciones interiores y portadas evocadoras.

Deberían rescatar, efectivamente, todo ese material, y tal como propones. (Y espero que respeten las portadas de James Bama para Doc Savage.) Es cierto que en algunos casos las tramas se resienten y afectan el paso del tiempo, pero esas historias son el légamo de la ficción que hoy día llena cines. ¿Qué es Avatar sino La princesa de Marte trufado con Tropas del Espacio y Un hombre llamado Caballo, más que Bailando con Lobos? O Star Wars: ¿Flash Gordon, Brick Bradford, Buck Rogers y la mítica artúrica?

Otra de vagos. ¿Qué preguntas te gustaría que te hicieran en una entrevista? Y ya que estás, contéstate a ti mismo.

Pues no sé, la verdad. (“Como los trenes, las buenas ideas llegan con retraso”, Guareschi.) Acaso: ¿eres el Sergio Leone del pulp? Eso espero. Leone revivificó un género y le dio grandeza inusitada. No estaría mal ser recordado por algo parecido.

Algo tengo claro: si me preguntaran si escribo para iluminar al mundo, o algo de eso, la respuesta es no. Escribo para que el lector lo pase bien y lo que lea advierta que es de calidad. Con un mensaje. Pero, mesianismos y priapismos como van muchos/as por ahí diciendo, no.

¿He quedado como un imbécil?

No; eres un lector apasionado que encontró una historia de su agrado.

Espero tus próximas novelas con ansiedad, así que ponte las pilas y ánimo ("ya están escritas; pero la última tenía tantas páginas por su profusión de personajes e historias que debían contar que la he fraccionado en varias partes, que saldrán, Dios mediante, como novelas cortas"), que si sigues así, por mi parte has encontrado un seguidor ("¡gracias!"). 

Ha sido un placer poder molestarte un poco y desde luego gracias a ti y a la editorial por permitirnos compartir este momento. Espero que haya más en el futuro.

A vosotros por la atención prestada y la difusión que hagáis de la novela.

¡Muchas gracias!

ENTREVISTA REALIZADA POR CARLOS

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