LAS GRAVES PLANICIES, de ANTONIO SANTOS
AJEC EDITORIAL
Nº páginas: 281 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
Diseño de Portada: CalderonStudio
ISBN: 9788496013506
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011
Plaza edición: MADRID
SINOPSIS
Alex, atleta, narcisista, incansable seductor, aspirante a estrella y frecuentador de la alta sociedad despierta un día en Marsoon, un extraño planeta donde conviven el peligro y lo extraordinario.
Acosado por los feroces nativos, consigue escapar gracias a Max, un avinagrado misántropo. Gracias a él descubre que Marsoon es un cementerio de viejas glorias de la ficción, un planeta dónde recalan cuando decae su reputación. Pero estos personajes, ficticios para Alex, son personas reales en sus fantasías de procedencia, y llevan años intentando comprender por qué son abandonados en Marsoon, y cómo escapar del planeta.
En compañía de personajes que Alex creía que eran meras fantasías en su mundo de procedencia, se enfrentará a los aborígenes del planeta en una guerra desencadenada por la princesa Idris Coriolis, epatante belleza nativa, consecuencia de un devastador complot creado por el más reciente exiliado al planeta: John Forson.
CRÍTICA
No nos vamos a engañar. O por lo menos yo, no. Generalmente cuando hablamos de cosas españolas nos echamos las manos a la cabeza y todos a correr. Qué le vamos a hacer. Los españoles somos así y nos gusta desprestigiar el producto patrio. En todo. Ya sea política, como cine, como sociedad, como… lo que queráis. Y, aunque con cierto dolor, he de reconocer que, generalmente, tenemos motivos para ello. Y hasta tenemos razón. Basta con mirar las noticias estos días y nos daremos cuenta.
En el mundillo de la Aventura, la Fantasía, el Terror y la Ci-fi pasa igual. Tenemos tendencia, quizá por la vagancia connatural y la picardía característica, a hacerlo todo a lo cutre. Y además pensamos en el medio más cercano, como es el cine y las series, y nos tira para atrás. Tomemos un simple ejemplo. La serie “Piratas” de cierto canal. Sin comentarios, ¿no? Otra buena idea, “El Internado”, que partía de una interesante propuesta, y en qué acabó degenerando. En este país parece que, o se hace cine de comedia (pero bien negra, que el humor sano y dulce en España nunca vino bien, tenemos que meter mala baba) o del llamado “social” o de “denuncia”. Y no hay, al parecer, nada más.
Sin embargo es bien cierto que también tenemos claros exponentes de todo lo contrario. Ahí está, por ejemplo, Balagueró y sus magníficas cintas de terror (y no me refiero sólo a “REC”, cojamos por ejemplo una cinta de terror clásico como “Darkness”). O la película “El Corazón del Guerrero”, que según cómo la interpretes es un gran homenaje a la Espada y Brujería (hay otras interpretaciones, pero a mí me gusta esa). Y parece que en el mundo de la literatura tenemos a la editorial AJEC.
En esta editorial deben de estar todos locos y han decidido, ellos solos, enfrentarse al mercado español, un mercado cerradísimo y con ciertos síntomas de saturación y con algunas grandes editoriales dedicadas al frikismo (Timun Mas y Minotauro del Grupo Planeta y la genial La Factoría de Ideas son dos ejemplos de ello). De esta manera la editorial AJEC se dedica a ofrecer exclusivamente novelas de género, con mucha calidad y para más inri ¡de autores patrios! Hay que reconocer que su apuesta es muy arriesgada (prueba de ello son los apuros que han pasado hace bien poco, pero de los que, afortunadamente, ya se han recuperado) pero también es cierto que ofrecen algo distinto e innovador y con una altísima calidad.
Así que en este marco me ofrecieron hacer una reseña de esta editorial y, sin dudarlo, respondí: “Las Graves Planicies” es mía. Sólo con esa portada ¡tiene que ser la repera en bicicleta, oiga!” Y es que sí, no podemos obviar el hecho de que, muchas veces, los libros entran por los ojos. Hay portadas que enamoran nada más verlas y casi tiene uno ganas hasta de tener un póster para poder colgarlo. Y eso, que no significa que el libro sea bueno. De hecho hay muchos ejemplos de lo contrario. Pero es así. Una buena portada atrae y punto. Y como estrategia comercial no me parece mala. De esta manera en el peor de los casos embellece la biblioteca.
¿Y de qué trata el susodicho libro? Esta novela narra en primera persona autobiográfica la historia de un joven atleta (Álex), eterno aspirante a campeón de cualquier variedad olímpica pero que siempre se queda en el camino. Y dado que no triunfa en el deporte se aprovecha de su perfectamente moldeado cuerpo para hacerse gigoló de ricas y famosas. Porque sólo le interesa una cosa. El sexo y el dinero. Vale, es cierto, son dos cosas, pero a veces van tan íntimamente ligadas que es difícil saber dónde termina uno y dónde empieza el otro.
Pero un día sufre un accidente y se despierta desnudo en un planeta desconocido, de menor gravedad (que junto con su atlético cuerpo le permitirá hacer auténticas proezas) y cuyos habitantes están empeñados en matarse unos a otros. Un mundo en el que al parecer van a parar todas las grandes glorias cuando decae su estrella. Sean estas glorias de carne y hueso, o sólo existentes en nuestra ficción. Así, en la búsqueda de compañeros seres humanos y de una salida a su mundo de origen, observa como una bellísima princesa de una de las beligerantes razas humanas es secuestrada por otra, de formas insectoides. A partir de ahí su obsesión será rescatarla y... hasta ahí puedo contar.
Visto el argumento queda clara una cosa. Si no te gustan el pulp ni las aventuras, este no es tu libro. Y es que el libro es eso. Un claro homenaje a todas esas sagas pulp con las que muchos disfrutamos de pequeños (o de mayores). Ya desde la primera página lo deja claro. La dedicatoria va para E. R. Burroughs, Lester Dent, HG Wells (aunque no se pulp puro) y P. J. Farmer. Seguramente, con la sola mención de estos autores muchos ya estaréis babeando.
Y sí, estaréis en lo cierto. Los motores principales son las historias de John Carter en Marte, Carson en Venus, y Doc Savage. Así, tenemos un mundo perfectamente construido al estilo pulp (cuyo nombre es Marsoon, al mejor estilo de John Carter cuyo mundo se llama Barsoon), con grandes bestias terribles, poderosas razas enemigas y grandísimos héroes de prístino corazón e intenciones. Para ser más concretos el mismo Doc Savage es coprotagonista de la aventura. O sea que quien espera un libro de grises, con evolución de los personajes, con trasfondo psicológico, que se olvide. Los buenos son buenísimos, y los malos, los peores.
Es una historia al más puro estilo Burroughs, donde confluyen el más puro estilo space-planet, con brutales influencias de John Carter, Mundo Río, Doc Savage y cierto tratamiento de los diferentes planos de la existencia, donde lo que es real en uno, puede ser ficción en otro y viceversa. Donde se mezcla la Espada y Brujería con la más alta tecnología que permite a barcos surcar el cielo, usar el poder de armas nucleares y un devastador arsenal ambulante en forma de V8 (incluso podría recordar a He-Man y los Másters del Universo). Un poco al estilo Moorcock, pero sin LSD. Todo esto aderezado con una dosis del frikismo más actual, y sobre todo, una grandísima dosis de humor y sátira, con muchas ganas de reírse de uno mismo.
Por ejemplo y por poner algunas referencias, aparte de las citadas del Hombre de Bronce, el nombre del planeta y el origen de todo, tenemos a cierto personaje que se llama Montana Jones, cuyo padre odia las ratas (sólo hay que cambiar el nombre de Estado y ya tendréis premio), un tal Max, que sobrevive en un mundo post apocalíptico y que conduce un V8 (¿alguien dice Mad Max?), y así un largo etcétera que no he podido llegar a descubrir del todo. La verdad es que es una gozada ir descubriéndolo poco a poco e ir recordando viejas historias.
Todo esto hay que envolverlo de esa pátina de humor que mencionaba, porque pese a que la novela está escrita con el épico y rimbombante estilo directo del pulp, con grandilocuentes pensamientos heroicos de desmedido valor, grandes y epopéyicas gestas que encumbran a los héroes, nuestro coprotagonista y narrador, Álex, en cursiva, nos transmite lo que ha sucedido en realidad, dándonos cuenta de su verdadera cobardía, su ridículo más absoluto (que le lleva a pasarse todo el libro como dios lo trajo al mundo), su obsesión por las mujeres (sobre todo desnudas) y su escaso sentido de la moral y la decencia. Y, por supuesto, y como buen español que se precie, con un final de regusto amargo. A fin de cuentas hay que echar mala baba, para que no se diga.
En resumen, una novela muy bien escrita, de ritmo ágil y trepidante (con leves descansos ocurridos en los períodos de cautiverio), con mucho sentido del humor y de la aventura, con grandes combates y batallas, con buenos súper buenos y malos súper malos, donde el guión es previsible pero deseado y te deja con ganas de devorar cada página y llegar al final. Todo ello envuelto con una portada maravillosa y un gran amor por la historia pulp. Para mí, Antonio Santos entra ya dentro de los autores recomendados y recomendables, y espero que siga así. A fin de cuentas, aunque es un libro auto conclusivo, es el primero de un ciclo de cinco. ¿Qué nos deparará el futuro? No lo sé, pero ya tengo ganas de leerlo.
Nota Final: 9. Para todos aquellos que gustamos de soñar, y que no siempre queremos que nos compliquen la vida. Para los amantes del PULP con mayúsculas.
Lo mejor: ¿Por dónde empezar? Si os gusta algún autor de los mencionados, os gustará todo en esta novela. Quizás habría que destacar a Max, el único personaje gris, que le da cierto contrapunto al Hombre de Bronce, Doc Sav.
Lo peor: Quizá el autor hace un uso un tanto excesivo del lenguaje soez, en un intento de hacernos más reales a los personajes. A veces se hace un poco lenta y cansada por usar tanto recurso hiperbólico, cargado de épicos adjetivos.
P.D. Para aquellos que tengáis ganas del libro, pero no hayáis leído nada de pulp (quitando a R. E. Howard o H.P. Lovecraft) os recomiendo esta página para que vayáis informándoos un poco http://dreamers.com/lospulps/
AJEC EDITORIAL
Nº páginas: 281 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
Diseño de Portada: CalderonStudio
ISBN: 9788496013506
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011
Plaza edición: MADRID
SINOPSIS
Alex, atleta, narcisista, incansable seductor, aspirante a estrella y frecuentador de la alta sociedad despierta un día en Marsoon, un extraño planeta donde conviven el peligro y lo extraordinario.
Acosado por los feroces nativos, consigue escapar gracias a Max, un avinagrado misántropo. Gracias a él descubre que Marsoon es un cementerio de viejas glorias de la ficción, un planeta dónde recalan cuando decae su reputación. Pero estos personajes, ficticios para Alex, son personas reales en sus fantasías de procedencia, y llevan años intentando comprender por qué son abandonados en Marsoon, y cómo escapar del planeta.
En compañía de personajes que Alex creía que eran meras fantasías en su mundo de procedencia, se enfrentará a los aborígenes del planeta en una guerra desencadenada por la princesa Idris Coriolis, epatante belleza nativa, consecuencia de un devastador complot creado por el más reciente exiliado al planeta: John Forson.
CRÍTICA
No nos vamos a engañar. O por lo menos yo, no. Generalmente cuando hablamos de cosas españolas nos echamos las manos a la cabeza y todos a correr. Qué le vamos a hacer. Los españoles somos así y nos gusta desprestigiar el producto patrio. En todo. Ya sea política, como cine, como sociedad, como… lo que queráis. Y, aunque con cierto dolor, he de reconocer que, generalmente, tenemos motivos para ello. Y hasta tenemos razón. Basta con mirar las noticias estos días y nos daremos cuenta.
En el mundillo de la Aventura, la Fantasía, el Terror y la Ci-fi pasa igual. Tenemos tendencia, quizá por la vagancia connatural y la picardía característica, a hacerlo todo a lo cutre. Y además pensamos en el medio más cercano, como es el cine y las series, y nos tira para atrás. Tomemos un simple ejemplo. La serie “Piratas” de cierto canal. Sin comentarios, ¿no? Otra buena idea, “El Internado”, que partía de una interesante propuesta, y en qué acabó degenerando. En este país parece que, o se hace cine de comedia (pero bien negra, que el humor sano y dulce en España nunca vino bien, tenemos que meter mala baba) o del llamado “social” o de “denuncia”. Y no hay, al parecer, nada más.
Sin embargo es bien cierto que también tenemos claros exponentes de todo lo contrario. Ahí está, por ejemplo, Balagueró y sus magníficas cintas de terror (y no me refiero sólo a “REC”, cojamos por ejemplo una cinta de terror clásico como “Darkness”). O la película “El Corazón del Guerrero”, que según cómo la interpretes es un gran homenaje a la Espada y Brujería (hay otras interpretaciones, pero a mí me gusta esa). Y parece que en el mundo de la literatura tenemos a la editorial AJEC.
En esta editorial deben de estar todos locos y han decidido, ellos solos, enfrentarse al mercado español, un mercado cerradísimo y con ciertos síntomas de saturación y con algunas grandes editoriales dedicadas al frikismo (Timun Mas y Minotauro del Grupo Planeta y la genial La Factoría de Ideas son dos ejemplos de ello). De esta manera la editorial AJEC se dedica a ofrecer exclusivamente novelas de género, con mucha calidad y para más inri ¡de autores patrios! Hay que reconocer que su apuesta es muy arriesgada (prueba de ello son los apuros que han pasado hace bien poco, pero de los que, afortunadamente, ya se han recuperado) pero también es cierto que ofrecen algo distinto e innovador y con una altísima calidad.
Así que en este marco me ofrecieron hacer una reseña de esta editorial y, sin dudarlo, respondí: “Las Graves Planicies” es mía. Sólo con esa portada ¡tiene que ser la repera en bicicleta, oiga!” Y es que sí, no podemos obviar el hecho de que, muchas veces, los libros entran por los ojos. Hay portadas que enamoran nada más verlas y casi tiene uno ganas hasta de tener un póster para poder colgarlo. Y eso, que no significa que el libro sea bueno. De hecho hay muchos ejemplos de lo contrario. Pero es así. Una buena portada atrae y punto. Y como estrategia comercial no me parece mala. De esta manera en el peor de los casos embellece la biblioteca.
¿Y de qué trata el susodicho libro? Esta novela narra en primera persona autobiográfica la historia de un joven atleta (Álex), eterno aspirante a campeón de cualquier variedad olímpica pero que siempre se queda en el camino. Y dado que no triunfa en el deporte se aprovecha de su perfectamente moldeado cuerpo para hacerse gigoló de ricas y famosas. Porque sólo le interesa una cosa. El sexo y el dinero. Vale, es cierto, son dos cosas, pero a veces van tan íntimamente ligadas que es difícil saber dónde termina uno y dónde empieza el otro.
Pero un día sufre un accidente y se despierta desnudo en un planeta desconocido, de menor gravedad (que junto con su atlético cuerpo le permitirá hacer auténticas proezas) y cuyos habitantes están empeñados en matarse unos a otros. Un mundo en el que al parecer van a parar todas las grandes glorias cuando decae su estrella. Sean estas glorias de carne y hueso, o sólo existentes en nuestra ficción. Así, en la búsqueda de compañeros seres humanos y de una salida a su mundo de origen, observa como una bellísima princesa de una de las beligerantes razas humanas es secuestrada por otra, de formas insectoides. A partir de ahí su obsesión será rescatarla y... hasta ahí puedo contar.
Visto el argumento queda clara una cosa. Si no te gustan el pulp ni las aventuras, este no es tu libro. Y es que el libro es eso. Un claro homenaje a todas esas sagas pulp con las que muchos disfrutamos de pequeños (o de mayores). Ya desde la primera página lo deja claro. La dedicatoria va para E. R. Burroughs, Lester Dent, HG Wells (aunque no se pulp puro) y P. J. Farmer. Seguramente, con la sola mención de estos autores muchos ya estaréis babeando.
Y sí, estaréis en lo cierto. Los motores principales son las historias de John Carter en Marte, Carson en Venus, y Doc Savage. Así, tenemos un mundo perfectamente construido al estilo pulp (cuyo nombre es Marsoon, al mejor estilo de John Carter cuyo mundo se llama Barsoon), con grandes bestias terribles, poderosas razas enemigas y grandísimos héroes de prístino corazón e intenciones. Para ser más concretos el mismo Doc Savage es coprotagonista de la aventura. O sea que quien espera un libro de grises, con evolución de los personajes, con trasfondo psicológico, que se olvide. Los buenos son buenísimos, y los malos, los peores.
Es una historia al más puro estilo Burroughs, donde confluyen el más puro estilo space-planet, con brutales influencias de John Carter, Mundo Río, Doc Savage y cierto tratamiento de los diferentes planos de la existencia, donde lo que es real en uno, puede ser ficción en otro y viceversa. Donde se mezcla la Espada y Brujería con la más alta tecnología que permite a barcos surcar el cielo, usar el poder de armas nucleares y un devastador arsenal ambulante en forma de V8 (incluso podría recordar a He-Man y los Másters del Universo). Un poco al estilo Moorcock, pero sin LSD. Todo esto aderezado con una dosis del frikismo más actual, y sobre todo, una grandísima dosis de humor y sátira, con muchas ganas de reírse de uno mismo.
Por ejemplo y por poner algunas referencias, aparte de las citadas del Hombre de Bronce, el nombre del planeta y el origen de todo, tenemos a cierto personaje que se llama Montana Jones, cuyo padre odia las ratas (sólo hay que cambiar el nombre de Estado y ya tendréis premio), un tal Max, que sobrevive en un mundo post apocalíptico y que conduce un V8 (¿alguien dice Mad Max?), y así un largo etcétera que no he podido llegar a descubrir del todo. La verdad es que es una gozada ir descubriéndolo poco a poco e ir recordando viejas historias.
Todo esto hay que envolverlo de esa pátina de humor que mencionaba, porque pese a que la novela está escrita con el épico y rimbombante estilo directo del pulp, con grandilocuentes pensamientos heroicos de desmedido valor, grandes y epopéyicas gestas que encumbran a los héroes, nuestro coprotagonista y narrador, Álex, en cursiva, nos transmite lo que ha sucedido en realidad, dándonos cuenta de su verdadera cobardía, su ridículo más absoluto (que le lleva a pasarse todo el libro como dios lo trajo al mundo), su obsesión por las mujeres (sobre todo desnudas) y su escaso sentido de la moral y la decencia. Y, por supuesto, y como buen español que se precie, con un final de regusto amargo. A fin de cuentas hay que echar mala baba, para que no se diga.
En resumen, una novela muy bien escrita, de ritmo ágil y trepidante (con leves descansos ocurridos en los períodos de cautiverio), con mucho sentido del humor y de la aventura, con grandes combates y batallas, con buenos súper buenos y malos súper malos, donde el guión es previsible pero deseado y te deja con ganas de devorar cada página y llegar al final. Todo ello envuelto con una portada maravillosa y un gran amor por la historia pulp. Para mí, Antonio Santos entra ya dentro de los autores recomendados y recomendables, y espero que siga así. A fin de cuentas, aunque es un libro auto conclusivo, es el primero de un ciclo de cinco. ¿Qué nos deparará el futuro? No lo sé, pero ya tengo ganas de leerlo.
Nota Final: 9. Para todos aquellos que gustamos de soñar, y que no siempre queremos que nos compliquen la vida. Para los amantes del PULP con mayúsculas.
Lo mejor: ¿Por dónde empezar? Si os gusta algún autor de los mencionados, os gustará todo en esta novela. Quizás habría que destacar a Max, el único personaje gris, que le da cierto contrapunto al Hombre de Bronce, Doc Sav.
Lo peor: Quizá el autor hace un uso un tanto excesivo del lenguaje soez, en un intento de hacernos más reales a los personajes. A veces se hace un poco lenta y cansada por usar tanto recurso hiperbólico, cargado de épicos adjetivos.
P.D. Para aquellos que tengáis ganas del libro, pero no hayáis leído nada de pulp (quitando a R. E. Howard o H.P. Lovecraft) os recomiendo esta página para que vayáis informándoos un poco http://dreamers.com/lospulps/
RESEÑA REALIZADA POR CARLOS
2 comentarios:
ya me lo he leido, me ha gustado y entretenido bastante lo recomiendo
que interesante
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