Nemirovsky nos lleva al París de los años veinte...

Pocas veces podemos hablar de escritores cuyo estilo deje marcado al lector. Uno de esos autores es Irene Nemirovsky, quien con "Suite francesa" nos metió de lleno dentro de una época convulsa donde sus personajes se movían a golpe de sentimientos. Ahora, la editorial SALAMANDRA nos trae de nuevo a esta gran autora con "Los perros y los lobos", donde esta vez, Nemirovsky nos lleva al París de los años veinte para vivir un triángulo amoroso dominado por los sentimientos... Una gran apuesta para aquellos que buscan la literatura con calidad...

LOS PERROS Y LOS LOBOS, de IRENE NEMIROVSKY
SALAMANDRA
Nº páginas: 224 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788498383584
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011
FECHA SALIDA: 15 ABRIL

SINOPSIS

Publicada por primera vez en 1940 —año en que Irène Némirovsky huyó de París en compañía de su marido y sus dos pequeñas hijas para refugiarse en un pueblo de la Borgoña—, ésta es la última obra que la autora de la magistral Suite francesa publicó en vida, dos años antes de su deportación y asesinato en Auschwitz. Teñida de marcados ecos autobiográficos, la novela se construye con retazos de la infancia y del exilio, la crisis de identidad, las historias de amor, todo sujeto a los azarosos caprichos del destino.
Ada y Harry Sinner, parientes lejanos, son dos jóvenes judíos procedentes de niveles sociales muy distintos a quienes un recuerdo infantil ha dejado una huella imborrable en sus vidas. Ada abandonó Ucrania poco antes de la revolución bolchevique, se ha casado con su primo Ben y lucha por abrirse camino como pintora. Harry, por su parte, ha contraído matrimonio con una joven francesa, hermosa, rica y católica, y se mueve en el mundo de las altas finanzas. Pero la fascinación que siente al contemplar dos cuadros de Ada en un escaparate lo llevan a recordar el mundo que ambos han dejado atrás.
Con su destreza habitual para el retrato psicológico, Némirovsky delinea con claridad el torbellino de sentimientos de un clásico triángulo amoroso. Al hilo de los apasionados personajes, el relato transporta al lector desde Ucrania hasta el París de los años veinte, y la tensión narrativa crece sin cesar hasta la conclusión del relato.