Regresa el STEAMPUNK...

Antes de empezar, ya os decimos que hablar de STEAMPUNK no es tan fácil como parece... se trata de un género que surgió a finales de los años 70 y comienzo de los 80 y que ha estado muchos años en el olvido, siendo mantenido en la subcultura por los pocos seguidores del género que había... pero parece ser que vuelve a primera línea gracias, sobre todo, a la moda, ya que la invasión de ropa "victoriana": corsés, blusas con encajes y similares en el panorama de la moda, está impulsando el estilo a la literatura... y nosotros lo agradecemos, no sabéis cuánto...

Para quien no lo conozca, el STEAMPUNK fue, en sus inicios, un subgénero literario nacido dentro de la ciencia ficción especulativa que surgió durante la década de 1980 a manos de escritores conocidos por sus trabajos cyberpunk. El STEAMPUNK se desenvuelve en una ambientación donde la tecnología a vapor sigue siendo la predominante, y por normalidad, asentada en Inglaterra durante la Época victoriana, donde no es extraño encontrar elementos comunes de la ciencia ficción o la fantasía. Las obras de temática STEAMPUNK a menudo muestran tecnologías anacrónicas o invenciones futuristas imaginadas por los visionarios de su época, todas ellas basadas bajo la perspectiva Victoriana en la cultura, el arte, la moda e incluso la arquitectura.

Este género, por decirlo de alguna manera, tiene su pilar en las obras de H. G. Wells y Julio Verne, considerados los auténticos maestros del estilo. Pero también debe base de su pilar a las obras de aventuras y ciencia romántica, como las de Arthur Conan Doyle, Mark Twain y Mary Shelley... Por eso, el STEAMPUNK se encuentra centrado en la segunda mitad del siglo XIX, en las épocas victoriana y eduardiana, momento en que la Revolución Industrial se encuentra en su apogeo.

En el género del STEAMPUNK, se recurre a realidades supuestas en las que la civilización ha tomado un camino científico diferente al actual, reemplazando la electrónica, los modernos combustibles y otros avances científicos por la tecnología del vapor (steam en inglés) y la combustión del carbón. En las obras originarias del género, se solían mostrar historias claramente utópicas y optimistas, donde los problemas de esa época (superpoblación, racismo, pobreza y desempleo) convivían con los más extraños inventos propulsados por carbón y vapor.

Las influencias del STEAMPUNK actual, como hemos dicho antes, se basa en las obras como "Frankenstein" (1818) o "El último hombre" (1826) de la escritora romántica Mary Shelley, o de la primitiva ciencia ficción como "Un yanqui en la corte del Rey Arturo" (1889) de Mark Twain o aquellas historias protagonizadas por el profesor Challenger y escritas por Arthur Conan Doyle, como "El mundo perdido" (1912).

Investigando por internet, libros y demás. nos hemos encontrado también otro pilar del STEAMPUNK, completamente desconocido para nosotros pero que resultó ser la base de muchas obras posteriores. Nos referimos a los relatos cortos de Edward Page Mitchell, como "The Crystal Man" (1881), "The Clock that Went Backward" (1881), etc.. donde se tocan los temas de la invisibilidad, los viajes en el tiempo, la robótica y el teletransporte.

Pero aún así, como hemos dicho al principio de este reportaje, son sin duda Julio Verne y H. G. Wells, los considerados como los verdaderos padres de la moderna ciencia ficción y precursores de este género. De la obra de Julio Verne podríamos destacar "Veinte mil leguas de viaje submarino" (1869), "De la Tierra a la Luna", etc... y de H.G. Wells, más crítico con la tecnología y el uso indebido de esta que Verne, destacan "La máquina del tiempo" (1895), "El hombre invisible" (1897) y "La guerra de los mundos" (1898).

Aunque nos vamos a centrar en la literatura, también queremos hacer un guiño al cine que se ha basado en el STEAMPUNK. Y así, hemos descubierto que el pionero del género en el cine fue Georges Méliès, autor de "Le Voyage dans la Lune" (1902), "Le Voyage à travers l'Impossible" (1904) o "Á la Conquète du Pole" (1910), mencionando tan solo una escasa lista, donde no solo han marcado el moderno cine, ya sea este de ciencia ficción o no, sino también la marcada estética del steampunk.

Pero volvamos a la literatura... si ya os hemos hablado de los "padres" del STEAMPUNK, es hora de hablar de quienes han hecho que el STEAMPUNK no desaparezca del mundo literario... Así, viajamos en el tiempo para aterrizar en los años 80, cuando el STEAMPUNK surgió con fuerza gracias a K. W. Jeter, padre del género, con "Morlock Night" (1979), Tim Powers con "Las Puertas de Anubis" (1983), y James Blaylock con "Homúnculo" (1986). En los 90 fue la novela "La máquina diferencial" de William Gibson y Bruce Sterling, la que supuso el reconocimiento general dentro de la literatura.

Hoy en día, los "descendientes" literarios que mantienen el género STEAMPUNK vivo en la literatura son China Miéville, con "La Estación de la Calle Perdido", el mundo de Bas-Lag, un entorno fantástico donde se desenvuelve la característica temática steampunk. A esta novela le sigue "El consejo de hierro", el final de una saga de tres volúmenes.

"Leviathan" (2009) de Scott Westerfeld e ilustrada por Keith Thompson, busca sumergir al lector en una Primera Guerra Mundial donde las Potencias Centrales (Clankers) están caracterizadas por el uso de enormes máquinas de guerra, mientras que el Triple Entente (Darwinists) es conocido por el uso de criaturas evolucionadas únicamente para esta. Esta novela tuvo continuación con Behemoth (2010) y más tarde esta con Goliath (2011).

En el terreno nacional, es decir, en nuestro país, gran percursor del género ha sido, sin duda, Félix J. Palma, quien nos ha llevado de nuevo a soñar con la máquina del tiempo de H.G Wells o con una guerra de los mundos, dentro de su trilogía "El mapa del tiempo", "El mapa del cielo" y un tercer libro que todavía está pendiente de editarse... amén de su gusto por lo victoriano y el género STEAMPUNK, Félix J. Palma ha editado también "Steampunk. Antología retrofuturista", donde se recogen relatos de esta corriente literaria de escritores tan conocidos como José María Merino, Andrés Neuman, Care Santos, José Carlos Somoza, Ignacio del Valle, etc.... un guiño al retrofuturismo que parece que coge fuerza en nuestro país y del que esperamos que estos libros sean sólo el comienzo del renacer de uno de los mejores subgéneros literarios que tiene la ciencia ficción...

Llega la época del STEAMPUNK...