EL CORREDOR DEL LABERINTO, de JAMES DASHNER
NOCTURNA EDICIONES
ISBN: 978-84-938013-1-1
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 528
Precio: 17,00€
Traducción: Noemí Risco Mateo
SINOPSIS
«Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra? Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran? y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces».
¿Y si un día abrieras los ojos y te vieses en un lugar desconocido sin saber nada más que tu nombre?
Cuando Thomas despierta, se encuentra en una especie de ascensor. No recuerda qué edad tiene, quién es ni cómo es su rostro. Sólo su nombre.
De pronto, el ascensor da un zarandeo y se detiene. Las puertas se abren y una multitud de rostros le recibe. «Bienvenido al Claro ?dice uno de los adolescentes?. Aquí es donde vivimos. Esta es nuestra casa. Fuera está el laberinto. Yo soy Alby; él, Newt. Y tú eres el primero desde que mataron a Nick».
CRÍTICA
A - LU - CI - NAN - TE
Con esta palabra es con la que me he decidido comenzar la reseña de "El corredor del laberinto", primer libro de la gran trilogía distópica escrita por James Dashner y que ha resultado ser todo un descubrimiento.
Reconozco que, como siempre, me dejé llevar por la portada del libro para decidir su lectura y ha sido una de las mejores decisiones que he tomado dentro del mundo literario. "El corredor del laberinto" es una distopía fuera de lo común dentro de la literatura juvenil. Rompedora, adictiva, rápida y tan llena de acción que no da tregua alguna al lector durante su lectura.
A diferencia de otras distopías de la literatura juvenil tan de moda hoy, como "Los juegos del hambre" o "Divergente", "El corredor del laberinto" tiene como protagonista a un chico, Thomas, y la historia resulta de lo más original.
En un futuro más o menos lejano (esperemos que muy lejano), existe un lugar donde sólo viven chicos muy jóvenes. El lugar se llama "El claro", cada mes, llega un nuevo chico para vivir ahí. Llegan desde un ascensor que baja del cielo... ninguno de ellos recuerda nada de su vida, salvo su nombre. No saben de dónde han venido, ni quién es su familia, ni qué tienen que hacer allí...
De esta manera aparece en escena Thomas. Al despertar no sabe dónde está, ni quienes son esos chicos que le miran como si fuera un bicho raro. En pocos días, Thomas irá descubriendo todo lo que ocurre en el Claro y quiénes son aquellos que, como Newt, Alby y Gally, se han convertido en los líderes de ese grupo.
Pero aún habiendo líderes, en el Claro se ha creado una especie de "democracia" que les ha hecho dividirse las tareas en función de sus habilidades. Están los cocineros, los agricultores, los estudiosos... y los corredores.
Los corredores se encargan de salir fuera del Claro para intentar averiguar más sobre el laberinto que les rodea. Y es que este Claro tiene una particularidad, está completamente rodeado por un laberinto muy complicado que parece cambiar cada noche. Los corredores pueden investigarlo por el día, pero por la noche, los accesos al Claro se cierran mediante grandes puertas que ninguno de los jóvenes sabe cómo funciona y quien las maniobra. Existe una norma al respecto del laberinto, y es que no se puede estar en el laberinto por la noche. Si a la hora del cierre de las puertas, alguno de los corredores se queda fuera, tiene pocas papeletas para poder sobrevivir hasta el día siguiente. Y es que en el laberinto viven los laceradores, unos seres deformes muy peligrosos que atacan y aniquilan todo aquello que se encuentre en el laberinto.
Pero los chicos tienen una sóla idea en la mente desde el primer día que llegan al Claro: quieren irse de allí. Saben que algo o alguien está detrás de ese laberinto. Una vez a la semana reciben comida y materiales para construir o almacenar, medicamentos, ropa... practicamente casi todo llega cada semana, sin más, sin explicaciones... y ante la falta de explicación, la curiosidad domina al intelecto y hace que todos deseen una única cosa: salir de allí y descubrir qué hay detrás de todo.
Pero la llegada de Thomas va a suponer un cambio radical. La rutina de entrega de suministros se corta de golpe y se recibe un comunicado indicando que no habrá más entregas. Y al mes siguiente, llega la gran sorpresa, en vez de llegar un chico, en el ascensor aparece una chica, Teresa y con ella, comienza el caos en el Claro: el laberinto empieza a cambiar, y por la noche, para sorpresa de todos, las puertas no se cierran... y eso significa una cosa, los laceradores pueden entrar a atacar sin que nada se interponga, y ante eso, sólo queda una cosa: huir.
A partir de este momento, el libro entra en una espiral de muchísima acción que no decae en ningún momento, y en escenas que cortan la respiración. Cuando pensamos que no puede pasar nada más, al pasar la página nos encontramos con un nuevo "momentazo" que nos deja boquiabiertos, y así sucesivamente. Un libro impresionante en donde la historia va girando de tal manera que cuando se llega a la última página, la historia es completamente diferente a lo que habíamos imaginado al principio.
Una distopía completamente diferente, que no se parece a ninguna otra trilogía de la misma temática. "El corredor del laberinto" es más duro, más sangriento, más directo y más impactante, mirando de frente a la distopía clásica, a la distopía pura que nos muestra el futuro que nos espera si la sociedad se sigue "deshumanizando" y lo hace de una manera excepcional.
IMPACTANTE...
RESEÑA REALIZADA POR SKADI
NOCTURNA EDICIONES
ISBN: 978-84-938013-1-1
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 528
Precio: 17,00€
Traducción: Noemí Risco Mateo
SINOPSIS
«Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra? Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran? y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces».
¿Y si un día abrieras los ojos y te vieses en un lugar desconocido sin saber nada más que tu nombre?
Cuando Thomas despierta, se encuentra en una especie de ascensor. No recuerda qué edad tiene, quién es ni cómo es su rostro. Sólo su nombre.
De pronto, el ascensor da un zarandeo y se detiene. Las puertas se abren y una multitud de rostros le recibe. «Bienvenido al Claro ?dice uno de los adolescentes?. Aquí es donde vivimos. Esta es nuestra casa. Fuera está el laberinto. Yo soy Alby; él, Newt. Y tú eres el primero desde que mataron a Nick».
CRÍTICA
A - LU - CI - NAN - TE
Con esta palabra es con la que me he decidido comenzar la reseña de "El corredor del laberinto", primer libro de la gran trilogía distópica escrita por James Dashner y que ha resultado ser todo un descubrimiento.
Reconozco que, como siempre, me dejé llevar por la portada del libro para decidir su lectura y ha sido una de las mejores decisiones que he tomado dentro del mundo literario. "El corredor del laberinto" es una distopía fuera de lo común dentro de la literatura juvenil. Rompedora, adictiva, rápida y tan llena de acción que no da tregua alguna al lector durante su lectura.
A diferencia de otras distopías de la literatura juvenil tan de moda hoy, como "Los juegos del hambre" o "Divergente", "El corredor del laberinto" tiene como protagonista a un chico, Thomas, y la historia resulta de lo más original.
En un futuro más o menos lejano (esperemos que muy lejano), existe un lugar donde sólo viven chicos muy jóvenes. El lugar se llama "El claro", cada mes, llega un nuevo chico para vivir ahí. Llegan desde un ascensor que baja del cielo... ninguno de ellos recuerda nada de su vida, salvo su nombre. No saben de dónde han venido, ni quién es su familia, ni qué tienen que hacer allí...
De esta manera aparece en escena Thomas. Al despertar no sabe dónde está, ni quienes son esos chicos que le miran como si fuera un bicho raro. En pocos días, Thomas irá descubriendo todo lo que ocurre en el Claro y quiénes son aquellos que, como Newt, Alby y Gally, se han convertido en los líderes de ese grupo.
Pero aún habiendo líderes, en el Claro se ha creado una especie de "democracia" que les ha hecho dividirse las tareas en función de sus habilidades. Están los cocineros, los agricultores, los estudiosos... y los corredores.
Los corredores se encargan de salir fuera del Claro para intentar averiguar más sobre el laberinto que les rodea. Y es que este Claro tiene una particularidad, está completamente rodeado por un laberinto muy complicado que parece cambiar cada noche. Los corredores pueden investigarlo por el día, pero por la noche, los accesos al Claro se cierran mediante grandes puertas que ninguno de los jóvenes sabe cómo funciona y quien las maniobra. Existe una norma al respecto del laberinto, y es que no se puede estar en el laberinto por la noche. Si a la hora del cierre de las puertas, alguno de los corredores se queda fuera, tiene pocas papeletas para poder sobrevivir hasta el día siguiente. Y es que en el laberinto viven los laceradores, unos seres deformes muy peligrosos que atacan y aniquilan todo aquello que se encuentre en el laberinto.
Pero los chicos tienen una sóla idea en la mente desde el primer día que llegan al Claro: quieren irse de allí. Saben que algo o alguien está detrás de ese laberinto. Una vez a la semana reciben comida y materiales para construir o almacenar, medicamentos, ropa... practicamente casi todo llega cada semana, sin más, sin explicaciones... y ante la falta de explicación, la curiosidad domina al intelecto y hace que todos deseen una única cosa: salir de allí y descubrir qué hay detrás de todo.
Pero la llegada de Thomas va a suponer un cambio radical. La rutina de entrega de suministros se corta de golpe y se recibe un comunicado indicando que no habrá más entregas. Y al mes siguiente, llega la gran sorpresa, en vez de llegar un chico, en el ascensor aparece una chica, Teresa y con ella, comienza el caos en el Claro: el laberinto empieza a cambiar, y por la noche, para sorpresa de todos, las puertas no se cierran... y eso significa una cosa, los laceradores pueden entrar a atacar sin que nada se interponga, y ante eso, sólo queda una cosa: huir.
A partir de este momento, el libro entra en una espiral de muchísima acción que no decae en ningún momento, y en escenas que cortan la respiración. Cuando pensamos que no puede pasar nada más, al pasar la página nos encontramos con un nuevo "momentazo" que nos deja boquiabiertos, y así sucesivamente. Un libro impresionante en donde la historia va girando de tal manera que cuando se llega a la última página, la historia es completamente diferente a lo que habíamos imaginado al principio.
Una distopía completamente diferente, que no se parece a ninguna otra trilogía de la misma temática. "El corredor del laberinto" es más duro, más sangriento, más directo y más impactante, mirando de frente a la distopía clásica, a la distopía pura que nos muestra el futuro que nos espera si la sociedad se sigue "deshumanizando" y lo hace de una manera excepcional.
IMPACTANTE...
RESEÑA REALIZADA POR SKADI
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